#1 Tiara. Saga, cartas desconocidas.

Capitulo 2

Mi madre había salido de casa, un día para relajarme, cuando mi madre sale, viene asta la noche, siempre, sus amigas la tienen atada, es como si no pudieran vivir sin estar juntas, pero aparte, eso significa que puedo jugar con mi padre, adiós a las tareas del día, hoy voy hacer todo lo que quiera.

Baje las escaleras muy rápido, mi padre conoce la tradición, si mi madre no esta, podremos tener día de padre he hija, al llegar toque la puerta de la sala del trono. - Adelante. - mi padre me vio de pies a cabezas, su princesa sigue en pijama. - Tu madre te mataría si te viera así. - corrí y me senté en sus piernas. - Pero no esta, entonces que importa. - mi padre llamo a las personas del ajedrez humano, la verdad no se si tiene otro nombre, ellos se fueron colocando, yo soy los rojos y mi padre los negros.

- ¿Estas lista para perder?. - lo vi a los ojos. - Esta mal formulada tu respuesta, no seria, ¿estas listo para perder? - que gane el mejor.

El juego comenzó, la verdad, la adrenalina comenzó a invadir mi cuerpo, es como estar cazando, pero esta vez es un poco mas de táctica. Yo comienzo. - D4. - al escuchar mis ordenes, la pieza se movió. - Muy buena para empezar, pero es de principiantes, E4. - la pieza se movió, tengo que pensar en un movimiento, que no afecte a mis piezas, pero que no sea tan predecible, como siempre lo es. - Cf6, creo que esta vez no tendras suerte.

Mi padre quedo sorprendido por un momento, pero después encontró una manera, para que mi movimiento solo fuera suerte.- E5, al ver ese movimiento, se me ocurrieron varias formas de  romper su jugada, pero cada vez que estoy segura de una, encuentro una manera de encontrar el error mas grande de mi vida, siendo un poco exagerada. - C4, mi padre me vio la cara, se que el ya vio mi inseguridad, el conoce el juego de pies a cabeza, cuando vi a las personas que jugaban como piezas de ajedrez. - Bianca, perdonarme pero dije c no d. - ella se acomodo en su lugar y la otra pieza se movió. - Si no te hubieras dado cuenta, esa pieza jugaría en tu contra, mejor para mi.

- Cf3, con todo el amor que te tengo, mi princesita, te ganare. - jamas he ganado una partida y la verdad eso es lo que me gusta, me ayuda a encontrar maneras para ganarle algún día y es mucho mejor que seguir con mi lamentable rutina. - E6, papá mientras jugamos puedo hablarte de algo. - el me miro a los ojos con su ternura. - D4, me imagino que es sobre el compromiso. - asentí con un poco de pena. - Creo que es mejor que dejemos el juego por hoy, chicos pueden retirarse. - el me recostó en su pecho e hizo silencio. - Desde niña, mamá me lee cuentos de hadas, de parejas que se aman desde que se miran por primera vez, pero la verdad porque ese no puede ser mi caso. - el sobo mi cabello con ternura. - Tal vez puedes llegar a un acuerdo con la bruja de tu madre. - el comenzó a reír, aunque le allá dicho bruja, ambos sabemos que la ama más que a cualquier persona, después estoy yo, sus mas grandes tesoros.

- Mira, tu madre es muy política, si le das tus argumentos, peticiones donde tu ganes y ella igual, donde ambas partes puedan obtener algo. - podría ser, ella jamas deja un buen trato, mas cuando le conviene. - Creo que lo intentare. - mi padre me comenzó a sobar la cabeza dejando mi cabello mas despeinado de lo normal. 

La puerta de la sala del trono se abrió y pude ver la maldad en persona, creo que me matara o lo matara a él, pero que la hizo venir tan temprano, es día de chicas, mi día para ser una chica normal o estar en pijama todo el día. 

- Devany Lena Garden Carpathia ¿que haces con pijama a estas horas de la mañana? - no puedo responderle, tiene razón, estoy en pijama y se las consecuencias pero porque vino tan temprano. - Perdón mamá. - ella vio a mi padre y se tranquilizo un poco. - Solo ve a alistarte, tengo que decirte a quien he elegido. - cuando escuche esas palabras, me quede pálida, como es posible que solo me diga con quien, es mi vida, mi futuro matrimonio. - No mamá, me vas a escuchar, no me casare sin amor entendiste. - salí corriendo de la habitación, no la escuchare, siempre hago lo que me manda, ha manejado mi vida como si fuera plastilina, pero ya no.