Él, el otro y mis amigos

Capítulo 2 - Federico

Pasamos casi dos horas mandándonos mensajes, no solo era un chico simpático sino que me transmitía mucha confianza, le conté muchas cosas sobre mí y la gente del sitio donde vivía antes.

A la mañana siguiente en clase estuve hablando con Roxan de él

- Me ha dicho Federico que estuvisteis hablando

- ¿ah, si? ¿y que mas te dijo?

- Pues, que eres muy simpática y muy guapa y que le llamas mucho la atención y que le gustaría quedar…

- mm ya veo… ¿y cómo es que te dijo todo eso a ti?

- Porque hablamos mucho, es mi vecino… oye si quieres puedo ayudarte con él

- Bueno, no es que no me guste pero… no se cual de todos los chicos es.

- Vale, entonces ahora después en el recreo te digo cual es.

Cuando salimos al recreo me señaló qué chico era, tenía el pelo corto y castaño, ojos marrones y era alto, no es que estuviera mal pero a mí no me gustaba, lo veía mas como un amigo.

-          ¿y bien? ¿Qué te parece? – fue lo primero que dijo Roxan cuando me llamó esa tarde por teléfono.

-          Pues no se… esta bien y me cae genial, hoy hemos hablado otra vez por Factbook.

-          Oooooh! Bueno, ¿puedes venirte esta tarde?

-          No lo sé, tengo que ver si me dejan salir, ¿Qué haremos?

-         Estaremos por aquí… ven porfa, así te presentaré a mi novio y también me traeré a Fede – Dijo la frase enfatizando en ‘‘fede’’

-    ¿Es que tienes novio? ¡No me lo habías dicho!

-     Sí, hace casi un mes, pero no me cambies de tema, que aunque nos hayamos conocido hace poco te puedo asegurar que es como si te conociera de toda la vida, además, volviendo a lo que estábamos, he hablado mucho con Federico de ti, creo que en verdad le gustas, así que deberías aprovechar porque es un chico buenísimo, muy muy buena persona y ¡también es bastante guapo!

-    Vale, vale, iré, ¡pero deja de tratar de vendérmelo!

-    ¡Yuju! A las cinco en la puerta de la biblioteca, sé puntual.

-    Ok, adios

-    ¡Adiós cari!

Cuando ya casi era la hora corrí a mi habitación, me puse mis converse, me dejé los vaqueros que llevaba y me cambié la camiseta por otra mas bonita, con mi pelo no solía tener ningún problema porque es liso y nada rebelde, pero como hacía mucho sol me hice una coleta alta y me puse una diadema (mi complemento favorito para el cabello) a las 5 menos cinco salí de mi casa, al llegar a la biblioteca estaban los tres allí.

-    ¡Hola chicos!

-    Hola – Respondieron cada uno a su ritmo

-    Vanesa, te presento a mi novio Martín

-    ¡Encantada! – Dije y nos saludamos con dos besos.

Fuimos a toma helados y luego estuvimos dando vueltas por el pueblo hasta que llegamos a un parque, Roxan y Martín se dirigieron hacia un banco, yo me dirigía hacia allí también pero Fernando me cogió del brazo.

-    ¿podemos hablar?

-    Claro ¿Qué pasa?

-    Bueno, veras… lo hemos pasado muy bien esta tarde, eres una chica muy graciosa y me gustaría volver a quedar contigo.