Save my soul for me (T'Cherik Fanfic)

Parte 3

T'Challa no se molesto en mirar el reloj, sabía que era de madrugada y pronto amanecería. Había sido un día realmente largo y ambos se había mantenido despiertos a base de café amargo. Trabajaron en los planes de T'Challa desde que salieron de la sala del consejo. No sabían por cuanto Erik permanecería en Wakanda y tenían que aprovechar el tiempo, lo más probable es que tuviera que irse a penas sanara.

Estaban en un pequeño estudio privado, anexo a la habitación del rey. Tenían hologramas aquí y allá con puntos clave señalizados en mapas. Ambos estaban cansados y a poco tiempo de quedarse dormidos sobre la mesa. Erik se levantó y empezó a caminar por la habitación estirándose.

-Entonces el primer paso es la conferencia -.Erik hizo un recuento rápido de las fases que habían planeado -.Después Shuri se encargará de lo tecnológico. Tu chica de los centros en oriente y yo en occidente.

T'Challa tenía una ligera sonrisa en los labios que extraño a Erik.

-Es sólo que si Nakia te escuchara llamarla "la chica de alguien" probablemente te patearía.

-La clase de chicas que me agradan -.Dijo Erik compartiendo una sonrisa con T'Challa.

Erik se volvió a sentar junto a T'Challa. Sirvió un poco más de café en su taza y por un rato ambos siguieron trabajando. Tenían que pensar en que conocimientos, tecnología y armas se podía compartir con el mundo sin crear una tercera guerra mundial. Además de formas para hacer llegar esos recursos a quienes en verdad los necesitarán. Por eso Nakia y Erik, quienes pasaban sus vidas lejos de Wakanda, eran los indicados para la encomienda.

T'Challa se tallo los ojos cansado, no entendía de donde sacaba Erik sus fuerzas y la determinación para seguir trabajando. El estaba a nada de dormir completamente agotado. Su mente divagaba, sin darse cuenta se encontró mirando a Erik de nuevo, el estaba repasando una lista de inventos que Shuri había dejado en sus manos decidir si podían ser de utilidad en el proyecto. Observó su gestó de concentración y la manera en que se mordía el labio mientras leía. Había muchas cosas que simplemente no podía entender de ese hombre.

-¿Por qué confiaste en mi? -.La pregunta rompió el cómodo silencio e hizo que Erik lo mirará desorientado al principio antes de encogerse de hombros.

- Comprendiste que pretendía con todo esto. Me perdonaste la vida. Estas haciendo algo. Son varias razones.

-Creí que todo lo que querías era ser rey -.inconscientemente ambos se fueron inclinando hacía el otro, acercándose. 

- Nah. No parece ser tan divertido -.Erik negó con la cabeza-. Sólo quería vengarme, y sabes por un segundo lo logre y aún así no, no se, no me sentía bien. No quiero estar sobre un trono. No es para mi pero si quiero ayudar. Tu me ofreciste eso, una oportunidad para hacer las cosas bien y te lo agradezco -. Las palabras de Erik se sentían tan honestas que T'Challa no sabía como responder. No dijo nada pero tomo entre sus dedos el anillo que colgaba del cuello de Erik.

-Debo decir que me alegra que ya no quieras asesinarme -.T'Challa le sonrió.

-Quien sabe, quizá después hagas algo que lo amerite -. Erik le devolvió la sonrisa y T'Challa se concentró en la forma en que sus labios se curvaban. Erik tenía una linda sonrisa, incluso con esas incrustaciones de oro que el rey no tenía idea de que utilidad tenderán pero le quedaban bien. También tenía unos labios carnosos y gruesos, la clase de labios que atraían miradas.
T'Challa cerró el puño sobre el anillo, acercando más a Erik. Sus rostros estaban tan cerca que podía sentir el aliento del otro chocando en sus labios entre abiertos. Entonces se atrevió a subir la mirada, Erik lo observaba atentamente, a la expectativa.

-Maldita sea, hazlo de una vez -. Demandó el americano. T'Challa se paralizó y Erik soltó un pequeño gruñido frustrado. Puso su mano detrás del cuello de T'Challa y cerró la distancia entre ellos. Sus labios se encontraron, Erik llevaba el control del beso, era rudo y demandante.

El rey jamás había sido besado de esa forma, jamás había sido besado por un hombre. Ni siquiera lo había considerado. Pero Erik estaba jugando con su lengua y mordiendo sus labios. T'Challa soltó el anillo y llevo sus manos a explorar el cuerpo de Erik. Las diferencias con un cuerpo femenino eran marcadas, donde normalmente tocaba curvas suaves y delicadas, está vez había músculos trabajados, deliciosamente duros. Sus palmas fueron al bajo abdomen de Erik y pudo sentirlo temblar.

Una de las manos de Erik se coló por debajo de su camiseta, subió por su pecho hasta su pezón y tiró de el para luego acariciado entre sus dedos. No creía que algo tan simple pudiera ser tan placentero.

-Sigue haciendo esos sonidos y en serio voy a follarte sobre la mesa -.Erik había dejado sus labios para besar y morder su cuello. No se había dado cuenta en que momento empezó a gemir.

Erik se puso de pie y arrastró a T'Challa con el. Volvió a besarle profundamente mientras sus manos acariciaba su cintura.

-¿Tu habitación? -.Murmuró Erik sobre sus labios. T'Challa trato de pensar sobre la bruma en su mente. Entonces Erik pegó sus cuerpos tanto que pudo sentir la inconfundible prueba de su excitación, restregándose contra su muslo.

-Espera, espera. No es… -.un gemido más fuerte se escapó de sus labios cuando Erik froto su miembro con una de sus manos, aún encima de la ropa la sensación fue deliciosa.

-¿No es correcto? Me importa una mierda, realmente quiero follarte -.Sus manos fueron hasta el trasero de T’Challa, lo acaricio con sus palmas abiertas.

T'Challa siempre había sido todo lo que se esperaba de el, no un error (no uno memorable al menos) en su historia. Quizá podría permitirse caer esta vez, caer tan bajo como Erik se lo pidiera, cualquier cosa para que siguiera tocándolo.

-Follame -. Sus caderas se movieron por puro instinto, buscando más fricción.

-Como ordene, alteza -.Erik le dio una gran sonrisa antes de besarlo de nuevo.

-¡T'Challa! ¿Estas aquí? – La voz de Nakia venía de la habitación del rey.

T'Challa se trato de alejar y reacomodar su ropa pero Erik lo tomo de las muñecas.

-Terminaremos esto -. Entonces deposito un suave beso en los labios ajenos. T'Challa algo mareado y tratando de recobrar la compostura salió por la puerta que conecta las dos habitaciones.