«La Princesa Mentirosa»
Todos los días espero en la torre que esa cabellera rubia vuelva a asomarse por la puerta, para disculparme por esos actos deplorables.
Recuerdo el momento en el que llegó, retiró el casco de su cabeza dejando que sus ojos esmeralda observarán el lugar con curiosidad.
Su voz retumbó entre el salón, escuché como preguntaba por una chica;
—¿LadyBug? —ella. Ella era la causante de mis problemas, la sonrisa que destellaba al pronunciar su nombre no era más claro que un signo de amor—. Soy yo, Adrien Agreste.
«Adrien Agreste» me dije a mi misma, me levanté del trono del que me encontraba, junté mis manos atrás de mi y caminé hacía él.
—Si... Soy yo —hablé forzosamente, estaba mintiendo con gran descaro. Pero no podía parar, era casi una obligación, una obligación absurda—. Adrien...
—¿T-Tú eres LadyBug? —volvió a preguntar, vi como sus manos se aferraban al “casco” que traía anteriormente en su cabeza —. Eres demasiado diferente... Tu voz suena diferente.
—Yo soy conocida como LadyBug, Agreste —aclaré con una falsa mentira, todo lo que decía e idealizaba era un gran engaño.
El chico se alejó de mi como si fuera un mounstruo. Y no lo culpaba, haría lo mismo sin pensarlo dos veces.
Y en ese preciso momento, una voz femenina volvió a resonar en el lugar, la vi entrar rápidamente con su armadura plateada con el emblema de una abeja.
Su escudo tenía el mismo símbolo, así que asumí que pertenecía al clan Queen Bee.—¡Chat Noir, aléjate! —exclamó la nueva integrante, sus mechones rubios con negro sobresalían de su casco, su espada con forma de aguijón me apuntaba firmemente mientras su rostro retrataba una mueca de asco—. Ella no es, para nada, LadyBug. Es conocida como Volpina... ¡Y pertenece al clan de los Akumas!
El chico de emblema de gato negro retrocedió al escuchar dichas palabras, sacudió su cabeza un par de veces y luego se dió media vuelta. Volvió a colocarse su casco dando una señal con su mano de que podía marcharse.
Queen Bee guardó su espada, me hizo una falsa reveencia y se marchó junto Adrien, pero antes de salir unas duras y frías palabras salieron de su boca;—Zorras como tú no deben pisar la tierra.
Cuando la puerta se cerró yo me desplome en el suelo, las lágrimas no tardaron en amenzar mis ojos y salir cuales prisioneros.
Mordí labio esperando no sollozar, pero solo me provoqué una fuerte herida en la cual la sangre se dejó llevar por mi barbilla.•°•
Desde ese día nadie ha pisado mi castillo, y quienes lo han hecho ha sido para burlarse de mi y mi horrible suerte.
Sus insultos son hirientes y tienen ese sabor amargo que me provoca repulsión.Alguna que otra vez llega un caballero sin emblema, con una capa rojiza y con puntitos negros. Siempre entra a observar todo, luego se va.
Alguna que otra vez se acerca a mi trono, me extiende su mano y se inclina hacía mi. Yo solo aparto mi rostro, no pienso volver a caer en esas trampas
Él se retira murmurando cosas a través de su armadura. Falacias, pienso.
¡Y mira! ¡Hablando del Rey de Roma! Que bien...
—Al parecer has vuelto —hablé; mis palabras fueron ignoradas por completo. Tosi un poco tratando de buscar su atención, pero fue nulo—. Perdona... ¿Podrías explicarme lo que haces aquí? —pregunté en un tono más fuerte que el anterior levantándome de mi asiento—. Si vienes a b-burlarte. Da marcha atrás...
Agarré con mis manos las puntas del vestido empezando a correr hacía él, con la esperanza fe poder retarlo, de demostrarle que no soy lo que piensa.
—¡NO SOY....! —mis palabras fueron interrumpidas al caer al suelo por un escalón que había en medio de todo el palacio, que gran casualidad. Y lo peor de todo es que caí frente a él, frente a un absurdo ventanal rojizo raspandome torpemente las rodillas—. ¡No... No soy una zorra!
Poco a poco el sentimiento de culpa rondó por mi cuerpo, ¿acaso él se merecía lo que le iba a hacer?
—No te estoy diciendo eso, princesa... —dijo cálidamente aquel caballero, aquel caballero que resultó ser una ¿caballera? —. No debes creer eso, eres una excelente persona.
—Una persona muy mentirosa... No lo crees, ¿Marinette? —dije suavemente sintiendo las lágrimas deslizarse por mis mejillas.
Ella retiró su casco dejando ver esa sonrisa dulce y tierna que la hacía ver tan bien, ver su cabello azabache amarrado en sus dos coletas, algo típico de ella.
—Lila... Estás más bella desde la última vez que te vi —susurró cerca de mi, acariciando con su pulgar mi rostro, acercándose cada vez más dejando un pequeño espacio entre nosotras. Algo que arrebate con un beso, un beso inolvidable.
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La Princesa Mentirosa// Lilanette// MLB.
FanficSólo dejame contarte un poco sobre mi... Sobre la princesa Mentirosa. 🐞🦊🐱🐞🐱🐞 Pareja: Lilanette. Categoría: ¿Romance? ¿Fanfic? Tipo de historia: Two-shots. Dividire esto en dos partes, en la primera narrará Lila, en la segunda Marinette. ...