37 EL MISTERIO EN LA CASA DE LA TÍA BERTHA

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NARRADO Y ESCRITO POR MARÍA CIELO MOYENTALE. BASADO EN HECHOS REALES.

La señora Bertha nació en un pueblo que está situado en las montañas, muy alejados de la ciudad, su nombre es "La Higuera", pertenece a la Ciudad de Trancas, provincia de Tucumán Argentina. En ese entonces yo tenía 10 años y recuerdo a la perfección que solía tener una tía llamada Bertha.

La tía Bertha había quedado embarazada a sus 17 años, vivía sola y de vez en cuando veía al padre de la creatura. Ella un día me contó que a sus 5 meses de embarazo le sucedió algo muy inusual, se encontraba en su pequeño rancho dormitando a penas porque la fuerte tormenta que se desataba a fuera no la dejaba tranquila.

Su marido no se encontraba como muchas veces y decidió hacer un poco de té para calmar sus nervios, la cama y la cocina lo tenía en una sola habitación, por eso el calor de la chimenea la calentaba.

De pronto escuchó que tocaban la puerta frenéticamente, preguntó quién era pero nadie contestaba, no estaba segura de abrir pero ¿Y si era su marido?

Entonces se dirigió a la puerta pero antes de poner la mano en la chapa ésta se abrió de golpe, mostrando de repente una escalofriante oscuridad, no podía ver nada y con el miedo a punto de desmayarla habló preguntando quién era.

Pero nadie dijo nada, las gotas de lluvia le mojaban los pies y con valor asomó un poco más su cabeza tratando de aclarar su semblante y así distinguir en la aterradora oscuridad.

De pronto un suspiro se hizo presente en su rostro, debido a la lluvia ese aire le dejó mojado el rostro, quiso cerrar la puerta rápidamente, pero una mano se posicionó justo encima de su vientre haciendo presión en él a tal punto de que su bebé empezó a moverse estrepitosamente y un dolor le recorrió por la espalda, pero sin pensarlo esa mano se retiró de ella rápidamente así como ella cerró la puerta.

Ustedes se preguntarán ¿Cómo supo que algo apretaba su vientre?, la respuesta es simple, a pesar de que tenía de desventaja la oscuridad, al momento de tener contacto con este, supo que era una mano por la forma en que tocaba su vientre.

De aquella vez todo fue más extraño, cuando se iba a dormir la puerta era tocada tres veces, cada noche el toque se aumentaba a 4 golpes, 5 golpes, 6 golpes... nunca le daba importancia porque ya sabía lo que querían, ya lo intuía.

Cuando fue a dar a luz y horas antes de entrar a la sala de parto le dio ganas de ir al baño, eran las 12 de la noche y con el dolor que sentía no se le vino por la mente el miedo del que siempre la acompañaba luego de aquella noche.

Los baños quedaban al final del pasillo, al entrar te dabas con varias puertas para un individual y afuera de éstos una pileta para lavarse las manos. Al entrar, una mujer se estaba bañando, por lo que eligió el otro que estaba al lado. Escuchó cuando salió, he incluso cuando abrió la canilla del lavamanos y luego la escuchó salir.

Nada le pareció inusual hasta que fue a lavarse las manos, el caño estaba caliente, tanto que apenas lo pudo tocar. Salió asustada del baño, al final del pasillo vio a aquella mujer caminando despacio, el pelo era negro y largo, su mata era tan blanca como los azulejos de las paredes, se quedó allí parada esperando a que aquella mujer desapareciera y así lo hizo.

Al tener un año su bebé, ella se encontraba cocinando y su bebé estaba sentada en el suelo arriba de una lona. Alguien golpeó la puerta de la casa por lo que mi tía Bertha salió a decirle al vendedor que no quería nada y lo vio marcharse.

Cuando se giró para entrar, la puerta estaba cerrada y un llanto desgarrador de su niña se escuchaba, intentó con fuerza abrirla pero no podía, algo se lo impedía.

Luego de intentar entrar por todas partes calló de rodillas al frente de la puerta y ésta se abrió despacio, rechinando. Corrió a ver a su bebé, la tomó entre sus brazos inspeccionándola de arriba a abajo, nada parecía extraño en ella.

Pero la cosa no se quedaba ahí, todo fue más extraño en cuanto al crecimiento de la niña, ella era rara, su madre la veía crecer y no lo podía creer. Revisaba como su cabecita crecía pero el cuerpo no, era una niña de 5 años, solo que su cuerpo se había estancado en la de una bebé de un año.

Desafortunadamente, en aquel entonces solo existían hospitales de atención, los cuales no contaban con especialistas o tecnología avanzada como la que tenemos actualmente.

No menciona la tía Bertha si acudió con algún especialista. Pero si tenía claro algo, el espectro que la perseguía, desde un principio quería el alma de la niña. Ella cree que esa fue la causa principal para que su bebé no creciera de manera normal.

La niña siempre estaba en la lona sentada afuera y cuando se acercaba la noche arrastraba su pedazo de trapo y se metía debajo de la cama. La tía Bertha tenía en sus brazos a la niña, después se dio cuenta que la niña no respiraba.

En ese entonces mi papá trabajaba en la Cruz Roja, afortunadamente se encontraba con mi tía, por lo que rápidamente le hizo la reanimación, pero era tarde, la niña ya había muerto.

No hubo investigaciones por parte de los forenses, solo dijeron que era una malformación, debido a esta condición que la niña tenía, tarde o temprano ella moriría.

Porque al no recibir lo que era necesario para el cerebro en su metabolismo con los nutrientes que necesita el cuerpo, trajo como consecuencia esta deformación.

Nadie supo que pasó, ni como fue que su niña terminó de esa manera, solo sé que hoy en día la niña ya está muerta, y mi tía quedó en la misma condición que la de su hija, arrastrando las sábanas debajo de su cama para esconderse de la oscuridad.

Mi tía con el paso del tiempo se volvió loca, desconozco si es un espectro quien la persigue, pero lo que si está claro es que debido a este hecho lamentable y desgarrador, le hizo perder la cordura.

Ella aún vive, actualmente cuenta con 87 años de edad, se encuentra en un hospital psiquiátrico. A veces tiene momentos de lucidez, pero su situación sigue siendo inestable.

 A veces tiene momentos de lucidez, pero su situación sigue siendo inestable

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TRILOGÍA PARADIGMAS PARTE I. LEYENDAS PARANORMALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora