Eterno: parte III

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Pasaron años desde que NaYeon se fue, cuando JungKook sintió algo extraño en el pecho y, posteriormente, un pequeño rayito de luz emanar de ese sector. Tal y como había pasado con su hija tiempo atrás. Había estado preparando el almuerzo como en esa ocasión mientras Jin trabajaba. Había llegado su hora de marcharse.

Dejó la comida a un lado y caminó por toda la casa, viendo cada rincón y recordando cada momento vivido con su esposo y su hija. Recordando cada risa, cada olor, cada imagen. Quería irse con el recuerdo de la familia feliz que fueron.

Seok Jin llegó tres horas antes de lo que usualmente volvía, cuando vio el brillo en su pecho supo que ese también era su último día ahí. Así que no preguntó nada, en su lugar se acercó en silencio y lo abrazó con fuerza, murmurando una única frase en su oído.

-Hazme el amor una vez más.

No hizo falta de más palabras ni pedidos para que Jin lo besara, comenzando a desnudarlo lentamente, pasando sus manos por cada rincón con todo el cariño que sentía por su pareja. Tocando, marcando y amando cada parte de su omega. JungKook no supo cómo llegaron al cuarto pero ¿realmente interesaba? No, por supuesto que no.

Gimió el nombre de su alfa incontables veces en esas horas, suspiró encantado ante cada caricia y se aseguró de recordar hasta la esencia de su amado. Quería llevarse con él cada recuerdo de Seok Jin aunque sólo quedara en su inconsciencia. No importaba si aun así una parte de su alma seguía recordando a su amado alfa aunque sea en sueños.

Se aferró a su cuerpo, memorizando con sus palmas la suave piel de la espalda, de los anchos hombros, de la fina cintura, los fuertes brazos, las tersas mejillas y el amplio pecho. Sus ojos guardando cada detalle del cuerpo que lo sostenía y le hacía el amor. El olor a eucalipto y flores siendo celosamente protegida en un baúl de sus memorias, el sonido de su voz formando parte de ese recóndito sitio de su mente.

Al terminar permanecieron abrazados, enredando sus piernas, sus pechos brillando cada vez con mayor intensidad con cada segundo que pasaba.

-Promete que no me olvidarás.-murmuró JungKook, sus ojos conectados.

-Jamás podría hacerlo, donde sea que reencarnemos, tú y yo volveremos a estar juntos. Eres mi alma gemela y las almas gemelas siempre encuentran la forma de estar juntos, Kookie.

-Entonces promete que no importa lo difícil que sea en otra vida, aun así me amarás.-las manos de Kook se aferraron a Seok Jin cuando la luz se intensificó.

-Lo prometo, Kookie-el alfa tomó su mano y besó sus nudillos-sólo promete que me amarás sin peros esta vez.

-Lo prometo, hyung.-sintió sus ojos arder por las lágrimas, su visión siendo borrosa y no supo si era por el próximo llanto o porque estaba desapareciendo.

-Te amo, conejito-escuchó que susurraba Seok Jin, cada vez podía verlo menos-en esta y en otras vidas siempre te amaré.

-Y yo te amo a ti, hyung...más que a mí mismo.-fue lo último que pudo decir antes de dejarse llevar por la inconsciencia.

Su cuerpo y el de Seok Jin volviéndose nada para reencarnar en otro lugar donde pudieran volver a tener una nueva historia de amor.

♥︎︎Siénteme: Eterno♥︎︎

-Hola Jin, soy JungKook, pero puedes decirme Kook o Kookie si quieres.-el mayor le pellizcó suavemente la mejilla haciéndolo quejarse pero aun así sonrió- ¿sabes jugar a las escondidas? ¡Tae cuenta!-exclamó antes de cargarlo en su espalda y salir corriendo entre risas con JiMin siguiéndolo, dejando a TaeHyung quejándose solo en la sala antes de comenzar a contar.

Siénteme: Eterno [JINKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora