"Te Daré Mi Corazón" [EN EDICIÓN]

Capitulo 3 "El Inicio"

"Narrador"

—¿Q-Qué? –esa había sido la reacción del rubio ante lo dicho por el mayor, éste último, le miró arqueando una ceja

—Que te mudarás a mi casa, ¿acaso no me explique bien? –dijo con indiferencia y un poco de molestia

—¡N-No! ¡E-Es decir! ¡S-SÍ! ¡E-Es solo que!...

—¿Que, qué? –preguntó el pelinegro

—Bueno, es repentino el que me diga que debo mudarme a su casa para...¿Vivir con usted? –cuestionó el menor

—Sí, ¿hay algún inconveniente con eso?

—A-Ah no, realmente no –contestó el rubio

—Bueno, como te dije por teléfono, bienvenido a la empresa, Naruto –dijo mirando al ojiazul y con lo que parecía ser el rastro de una sonrisa

El rubio sonrió en grande por las anteriores palabras del pelinegro, ¡era increíble! casi un sueño, él, un ex universitario había sido contratado por una de las empresas más importantes e influyentes del mundo y no solo eso, si no que ahora viviría con el mismísimo dueño de la empresa Amaterasu.

Sin embargo, una pregunta rondaba por su cabeza, ¿Por qué lo había escogido a él? Era lo que no entendía, puesto que a la entrevista asistieron muchas personas que se veían mejor preparadas laboralmente que él.

Un sonido prominente del escritorio llamó la atención del trigüeño, fijando sus redondos zafiros en el azabache frente a él, éste, intentaba safar la llanta de su silla de ruedas del bufete. Naruto fue conciente de algo en ese momento..."Sasuke Uchiha era inválido".

La sorpresa en el rostro del menor no pasó desapercibida ante el de cabellos ébanos; éste, dirigió su mirada hacia el pelirubio quien le observaba con atisbo de asombro o... ¿quizá tristeza?

—¿Sorprendido? –frunciendo el ceño, preguntó inquisitivo

—A-Am, no, es que, bueno, yo sólo... –titubeó, puesto a que la sorpresa de ver a aquel hombre en ese estado le carcomía la duda, así que con un poco de valentía decidió preguntar
—Cómo...¿Cómo es que...

—¿Cómo es que terminé en silla de ruedas? –le interrumpió el mayor, a lo que el rubio asintió.

Acomodándose nuevamente en su asiento, el azabache inhaló profundo, para luego exhalar pesada y ruidosamente mirando hacia la nada con su semblante serio. Ante su acción, el trigueño no pudo evitar mirarle, ¡aquel hombre era demasiado atractivo! Su mirada seria, sus rasgos levemente marcados y sus ojos negros lo hacían sexy, y que decir de su timbre de voz, era grave y varonil, simplemente su nuevo jefe era alguien irresistible.

Ante aquel pensamiento impuro, <<a su parecer>>, mordió su labio inferior inconscientemente, acto que no pasó desapercibido por el pelinegro quien frunció el ceño al no saber el porqué de aquella acción.

Saliendo de sus pensamientos, el rubio reaccionó y con paso apresurado llegó tras la silla del pelinegro para ayudar a destrabar la llanta del escritorio, acto que el ojo onix agradeció en silencio.

—En respuesta a tu pregunta –habló el mayor

—N-No es necesario que

—Tranquilo –le interrumpió el Uchiha—Si vas a ser mi asistente personal y vivirás conmigo de ahora en adelante, debes estar enterado de todo lo que ah pasado con respecto a mi salud física –explicó

Naruto comprendiendo sus palabras, asintió dando a entender al azabache que prosiguiera.

—Tuve un accidente en navidad, los frenos de mi automóvil no respondían e impacté en una zona del Central Park, no recuerdo mucho solo que, cuando desperté ya me encontraba en un cuarto de hospital...aunque, bueno, recuerdo haber estado medio consciente en el impacto y ser arrastrado fuera del auto por alguien, pero más allá de eso no recuerdo nada.