El caballero del sol negro

¿Que soy un que?...

El príncipe Haden tras salir del cementerio vio unas trampas que protegían dicho lugar, las trampas no le molestaron mucho ya que todas fallaron... Estaban pensadas para alguien que quisiera entrar, no para alguien que quiera salir... El príncipe a su paso se daba cuenta de que todo estaba muy cambiado, lo que pisaba que antes era tierra ahora andaba sobre cenizas ya que el cementerio fue construido a la mitad de un volcán inactivo.

De repente el suelo comenzó a tambalearse y del calor de las cenizas surgió una llama que sorprendió  a Haden, de esa misma llama una mujer no muy de alta de cabello largo de color plateado vestida totalmente de negro y una diadema que le rodeaban los ojos se mostró ante el saliendo de la llama.

-Ho...

La mujer fue interrumpida por un basto golpe de Haden que la mando a la otra punta de la montaña, Haden se coloco encima de ella colocando su espada en su cuello.

-¿Quien eres? -Dijo el príncipe acorralando a la chica-

-So-soy un de-demonio... Co-como tu...

Haden miro sorprendido a la chica.

-¿Que soy un que?...
-Un demonio... Como yo... Solo quiero ayudarte vale?... Yo también formo parte del ejercito del Sol Negro... -Dijo la chica asustada y extrañamente excitada por la situación-
-¿Cual es tu nombre?... -Pregunto el príncipe guardando la espada-
-Li-lia... E-el tuyo es Haden ¿no?...
-Si... ¿Que quieres Lia?
-Ayudarte... -dijo la chica quitándose la tierra de las prendas- quiero que cumplas tu objetivo...
-¿Como me ayudaras? Pareces débil -Dijo Haden señalando a Lia-
-¡Soy débil pero inteligente! Y sin inteligencia no vencerás a los 4 guardias del reino junto al líder de estos...
-¿Los cuatro guardias? -pregunto Haden intrigado-
-¡Si! ¡Zuko, Aisa, Evan y Zoe!
-Solo me suena ese tal Evan...
-Y claro que te sonara -afirmo Lia muy segura de si misma- Fue tu guardaespaldas durante la guerra... El que te traiciono...

Haden empezó a recordar todo... Como Evan les abrió las puertas a los rebeldes e inmovilizo al rey y a la reina...

-Ese hijo de... -Dijo Haden cerrando los puños con fuerza-
-¡No podrás derrotar ni a Zuko, el arquero real, con esa fuerza! -Exclamo Lia-
-¿A no?... ¿Y como me hago mas fuerte? -pregunto Haden mientras miraba su puño cerrado-
-Matando gente, te explico, sus almas pasaran por el agujero de lava incandescente de tu armadura y te las llevara a tu corazón oscuro... Eso te hará cada vez mas fuerte... Cuanto mas mates... ¡Mas fuerte seras!
-Entiendo... ¿Hay gente aquí cerca?

Lia asintió con la cabeza

-Mas adelante hay un poblado pequeño de granjeros -dijo Lia señalando al poblado-
-Perfecto... Vienes conmigo ¿no?
-Oh no no no no, eso es muy peligroso para una delicada dama como yo...

Haden la mira con cara de asco mientras esta se hunde en las cenizas desapareciendo poco a poco.

-Buena suerte... Jeje...-dice Lia muy sonrojada mientras se desvanece-

Una vez que ha desaparecido Lia, Haden se pone camino al poblado esquivando las trampas del cementerio.

-¿Crees que lo lograra?
-Mmmm... No quiero correr riesgos... Mandad a Zuko a su localización... Volveré a la corte...
-¿Te vas a acostar otra vez con el hermanita?

La persona misteriosa se dio la vuelta mirando a su hermano.

-Lo que yo haga con el... No es de tu incumbencia...
-Al menos intenta no quedarte preñada ¿quieres?
-Asqueroso...

Las dos personas misteriosas se marchan pero la mas alta hace un gesto extraño para avisar a una silueta que se encontraba en el horizonte.

Mientras tanto el príncipe había llegado al poblado, lo observo durante unos segundos hasta que ya harto blandió su espada y la misma presión que acabo con los guardias del cementerio destrozo las casas del poblado matando a la mitad de los habitantes de ese lugar. Tras eso los guardias y los aldeanos restantes intentaron dañar a Haden mientras que el tan solo tambaleaba su espada cortando los cuerpos por la mitad, desmembrando miembros y mandándolos por los aires. Tras arrasar a ese pueblo se ven unas llamas azules de los cadáveres las cuales van dirigidas directamente al pecho de Haden.

-Me siento mas fuerte... -dice Haden tocándose el pecho-
-Te lo dije -dice Lia saliendo de la nada- Te harías mas fuerte...
-Vuelve a aparecer de la nada y te degolló
-L-lo siento... -dice Lia bajando la cabeza-
-Eres muy mona para ser un demonio... -dice Haden quitándose el yelmo y sonriendo-

Dicho esto Lia se sonrojo aun mas.

-Bueno... Debo proseguir por este puente ¿no?
-S-si... -dice Lia aun sonrojada- t-ten cuidado...
-Lo tendré...

Lia desapareció muy sonrojada del lugar.

Tras llegar al puente Haden cantaba una cantiga mientras lo cruzaba hasta que una flecha impacto en medio del puente y haciendo que este se quebrase.

-¡¿Pero que?!

Dijo el príncipe mientras el puente se caía a pedazos.
El príncipe antes de caer se apoyo sobre el suelo caído del puente donde impulsándose de un salto llego hasta la otra parte.

-Eso ha estado cer...

El príncipe diviso una flecha que iba directamente hacia el, pero este la cogió y se la devolvió al arquero la cual la paro sin mayor problema.
El príncipe miro al arquero, era alto unos centímetros mas que el príncipe, tenia una máscara totalmente blanca con un solo agujero para mirar, vestía totalmente de negro, encapuchado y con lo que parecía una capa raída.
El arquero miraba fijamente al príncipe.

-¿Eres tu el que ha disparado? -pregunto el príncipe mirándole con la misma atención-

El arquero no dijo nada... Tan solo desapareció entre unas rocas que había a lo lejos.

-Increíble... Ha derrumbado este puente con una flecha desde unos 10 kilómetros... -dijo el príncipe sorprendido-
-Ese es Zuko -Dijo Lia apareciendo detrás del príncipe- El mejor arquero de todos los tiempos...
-Deja de asustarme así ¿quieres?
-Pe-perdón....
-Da igual...
-Si quieres derrotarlo... Deberás hacerte mas fuerte... O una de esas flechas acabara en tu cabeza... -Lia empezó a desaparecer de nuevo- ahora... Empieza la verdadera aventura...

Tras desaparecer Lia el príncipe miro durante varios segundos al lugar de disparo...

-Con que Zuko ¿eh?... Bien pues voy a cogerte... Y acabar contigo...

Dicho esto el príncipe continuó su viaje hacia la catedral.