1

6.9K 281 259
                                    

En esta vida siempre han habido reglas generales que por casualidades de la vida siempre se cumplen. Quien se pelea se desea. Agoney ha escuchado toda la vida repetir esa frase a su madre pero él siempre lo negaba. En su cabeza de adolescente no había cabido nunca que alguien con quien te llevas mal, en algún momento, pudiera llegar a caerte bien. O incluso gustarte.

2012.

-No le soporto de verdad, no le aguanto-decía un joven Agoney después de haber perdido un partido contra el equipo de Raoul en el entrenamiento.

Los grupos de formación de los Wolfies y Lions entrenaban juntos siempre, era una manera de prepararlos para los partidos que iban a tener que jugar si en un futuro entraban al equipo.

-Siempre me dices lo mismo cariño...-dijo la madre de Agoney sirviéndole la cena-No pienses en él y ya está, céntrate en lo tuyo, piensa en llegar a entrar en el equipo, entrar en los Lions debe ser tu única preocupación.

-Es que no lo soporto de verdad...-repitió Agoney-No calla nunca...Siempre me pica...Se cree el mejor por tener esa estúpida cara bonita y ese pelo...Que parece un Ken mamá...-soltó enfadado.

-Ay, Agoney, Agoney...-dijo su madre con una pequeña risa, gesto que molestó a Agoney bastante-A ti te gusta un poco el chico este eh...

-¿PERO QUÉ DICES?-Agoney casi se atraganta con la sopa-No digas eso-sentenció enfadado y algo avergonzado.

-Ay mi niño...-su madre entró a la cocina y escuchó como a lo lejos soltaba: Quien se pelea se desea. Y Agoney soltó un soplido.

Actualidad.

Por lo que el moreno puede recordar Raoul y Agoney se empezaron a llevar mal desde el primer día de instituto, casi desde el día que se conocieron.

Agoney intentó llevarse bien con el rubio, realmente lo intentó, pero no soportaba los piques y los aires de superioridad del chico.

Ninguno soportaba al otro, y esto incrementó cuando Agoney se apuntó al equipo de entrenamiento de los Lions y Raoul a los Wolfies. Eso ya fue la gota que colmó el vaso para declararse totalmente enemigos: pertenecer a los grupos de preparación contrarios para entrar a los equipos de básquet del instituto.

Ambos grupos entrenaban juntos y ellos dos eran los mejores, seguramente porque siempre estaban picándose para ver quién lo hacía mejor.

2015.

-Gilipollas-soltó Agoney cuando paso Raoul por su lado empujándole 'accidentalmente' haciendo que se le cayera la bolsa de entrenamiento en el suelo.

-Te odio-soltó simplemente Agoney recogiéndola.

-Tranquilo,-le dijo sencillo Raoul a Agoney con una sonrisa-yo más.

Agoney pasó de contestar, con sus 15 años se creía lo suficientemente maduro como para ignorar esos juegos.

Actualidad.

Pero, su relación evolucionó y los piques de chiquillos pasaron a estar combinados con otra clase de piques.

Agoney todavía recordaba lo mal que lo pasó durante cuarto de la ESO, donde Raoul encontró otra manera de hacerle sufrir: cada vez que le tocaba hacer los estiramientos en el entrenamiento detrás de Raoul el rubio siempre se aprovechaba de la situación y exageraba los movimientos haciendo que a Agoney le resultara casi imposible apartar los ojos de su culo e incluso más de una vez Raoul se había girado y le había guiñado el ojo. Agoney tampoco podía tirarle nada en cara, porque él le hacía lo mismo y, por muy enemigos que fueran, se hacían los entrenamientos más entretenidos. Realmente ninguno mencionó nunca nada al otro de la extraña relación que tenían, sabían que los dos podían salir perdiendo. Pero, después de tanto tiempo se habían acostumbrado al tonteo y, para qué negarlo, ambos lo disfrutaban.

LIONS VS WOLFIES | RagoneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora