You Belong With Me {ifridge}

PART I

Nerea está enfrascada en sus notas de historia, Little Mix suena con energía desde sus cascos puestos y ella es apenas consciente de nada que no ocurra sobre su escritorio y en sus apuntes. Cuando nota que la puerta de su cuarto de abre asume que se tratará de su madre y no pierde tiempo en mirarla. Por eso es que grita asustada cuando un par de manos toman sus hombros con fuerza y alguien grita "¡bu!" tan fuerte que puede oírle por sobre la música.

Se quita los cascos de un tirón al tiempo que gira en su silla, y allí se encuentra con Aitana partiéndose de risa al punto que la chica tiene que apoyarse en la cama de Nerea para evitar caerse al suelo.

Nerea quiere enfadarse con ella, de verdad que sí, pero la risa de Aitana es una de sus muchas debilidades y le es imposible encontrar el enojo que había querido surgir menos de un minuto atrás.

-¡Aitana! No es chistoso – protesta aún así y suelta un bufido para que el mensaje quede claro.

-No te enfades, porfa. Es que estabas tan concentrada, ¡estabas pidiendo un susto!

Aitana no deja de reír, aunque ahora un poco menos que antes, y Nerea no puede evitar unirse. Camina hasta sentarse junto a ella en la cama y la mira con atención. Aún con la respiración agitada y una sonrisa grande en los labios, Aitana se quita los zapatos y se deja caer en la cama, reposando la cabeza en el regazo de Nerea. El gesto es tan habitual que a la mayor no le hace falta pensar en lo que hace cuando lleva la mano al flequillo de su amiga. Ella es la única que tiene permiso de jugar con su cabello, despeinando el flequillo y poniéndolo nuevamente en su lugar.

Se quedan un rato en silencio mientras Nerea observa el rostro de Aitana con atención. Sin las carcajadas y desde tan cerca no puede evitar notar sus ojos ligeramente hinchados y enrojecidos.

-¿Estuviste llorando?

-No es nada –Aitana se gira sobre su lado, escondiendo el rostro de los ojos de su amiga.

-Claro que es algo –Nerea se muerde el labio y suspira. - ¿Discutieron de nuevo?

Nerea no quiere pensar que odia al novio de Aitana. Por lo menos no la mayor parte del tiempo. Pero esa noche sí que lo odia, como cada vez que la chica llega a su casa conteniendo el llanto.

-Es una estupidez, en realidad –intenta explicar Aitana mientras se sienta y seca las primeras lágrimas que corren por sus mejillas.

-Aitana...

-¿Tu también crees que es una tontería? Que quiera estudiar Bellas Artes, digo – la voz de la más joven tiembla de a momentos. –Yo sé que no voy a ser una artista famosa pero es lo que me hace feliz y no... No me parece tan descabellado.

Nerea toma mucho aire y lo deja ir de a poco. Coge las manos de Aitana entre las suyas y busca la mirada de su amiga.

-No es una tontería. Y no sólo eso. Tú tienes mucho talento, Aitana. Muchísimo. Que él no lo quiera ver...

-Que no lo dice por maldad tampoco.

Por el bien de su amiga, Nerea se traga la protesta que ya sentía formarse en sus labios. En su lugar, rodea el cuerpo de su amiga con sus brazos y la atrae hasta poder besar su mejilla.

-En todo caso, lo importante aquí es lo que quieras tú, Aiti. Y lo que te haga feliz – la aparta un poco aún sujetando sus hombros para poder verla a los ojos-. Eso es lo más importante.

Aitana la mira con una de esas sonrisas que iluminan el día más oscuro e incluso con los rastros de llanto en el rostro, Nerea piensa que nunca ha visto a una chica más guapa.