¿Cuando fue que sucedió? El hombre que ahora yacía en la cama no conseguía recordarlo. Quizás días, quizás años, no conseguía hubicarlo en el tiempo. Miraba todo desorientado aunque lo único que encontraba conocido era la carmesí mirada aflijida de su acompañante. Este sujetaba su mano dándole tranquilidad, le sonreía con dulzura aunque en su mirada se reflejaba la angustia de ver morir a su amado. El menor deseaba decirle que se fuera, que no pasaba nada, pero apenas podía ni moverse. Era doloroso en muchos aspectos.
Desde su trigésimo quinto cumpleaños una enfermedad lo estaba matando lentamente. Hacia sus órganos fallar paulatinamente y ya lo tenia postrado en cama. No era casi capaz de respirar por si solo, tampoco comía con normalidad, aguantaba a duras penas. Se limitaba a ver pasar el tiempo viendo como su pareja se desesperaba más y más, una tortura para ambos. El menor veía a la gente entrar y hablarle, pero poco le importaba esa gente que ya ni era capaz de escuchar. Condolencias vacías hacia el. Solo deseaba que se llevarán al otro, aquel hombre se consumía viendo morir a su compañero. Trato de ignorarlo, pero el mayor puso mas empeño en quedarse «Se lo que estas haciendo» gesticuló lentamente para que el otro lo leyera «No te voy a dejar solo» le acarició la cabeza con pulso tembloroso, sabia cuan cercana era su muerte, no era nada que no tuviera asumido pero no quería ver al otro desgastarse con el.
Una chica vestida de blanco hablaba con su pareja. Estaban de espaldas , no podía leer lo que decían pero lo podía imaginar por la reacción del otro que se derrumbó agarrándose a la mano del moribundo. Notaba la rabia, el miedo y la frustración de en ese amarre y ni siquiera podía consolarlo. Se sentía tan cansado... No quería continuar con ello. Las manos del mayor acariciaban su cabeza mientras se comenzaba a rendir ante la muerte. Que ironíca es la vida. Llevaba años deseando morir y justo cuando encuentre un motivo para vivir, todo se desvanece.