So I Let Him Go

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Despertó con la cara pegada a la madera de su escritorio, sintiendo los rayos de sol que comenzaban a filtrarse por la ventana. Le dio un par de vueltas a la cabeza hasta que fue consciente de dónde se encontraba (solía sentirse desubicado por las mañanas), y se atrevió a incorporarse. Apoyó los codos en la mesa y dejó descansar la barbilla encima de sus manos. Entonces, trató de abrir los ojos, pero ésto fue algo difícil; automáticamente lo atribuyó a su llanto, que seguramente había dejado sus párpados hinchados y cansados.
Sintió asco.

- ¡Tae, no! ¡Déjame! _podía oír risas provenientes de la sala de estar, y le dolió el pecho por un eterno momento. No acababa de despertarse y ya le habían entrado ganas de volver a dormir pero, anteponiéndose a sus caprichos emocionales, se levantó.
El suelo estaba despejado, como de costumbre, pero frunció el ceño cuando la imagen de un cuarto lleno de papeles tirados vino a su mente.
Alguien lo había recogido todo.

Salió al pasillo vistiendo una camiseta larga y ropa interior. Probablemente Jin le diría que se arreglase un poco, pero su voluntad no llegaba a tanto. Solo quería una taza con leche y volver a su habitación, sin dirigirle la palabra a nadie.

Atravesó la sala de estar musitando un "Buenos días" cuando Taehyung le saludó animadamente desde el sofá, y trató de llegar lo antes posible a la cocina. No quería ver ninguna escena que pudiese torturarle por la noche.
Al entrar en la estancia se encontró con Jin y YoonGi hablando mientras tomaban una taza de lo que parecía ser café. Ambos repararon en su presencia al mismo tiempo.

- Buenos días, Jiminie._ dijo SeokJin dibujando una sonrisa en su cara. YoonGi le miró también, pero no dijo nada. - ¿Quieres café?

Jimin, sorprendido porque el mayor no le regañase por estar impresentable, negó con la cabeza.

- Un vaso de leche estaría genial, por favor. _pidió con un hilo de voz. Le molestó que sus palabras sonasen tan débiles, no quería que sospechasen de su tristeza. Molestar con sus problemas era lo último que deseaba hacer.

- Está bien, un vaso de leche. _ Jin dio una palmada y se puso manos a la obra. Parecía no haberse dado cuenta del estado de su dongsaeng.

Jimin asintió levemente y, en ese momento, su mirada se cruzó con la de YoonGi. Al ver que Jimin le estaba mirando de vuelta, el mayor le dedicó una sonrisa ladeada. El rubio, cohibido, iba a devolvérsela, pero YoonGi volvió a mirar a SeokJin.

- ¿Dónde están los post-it's? _preguntó el pelinegro súbitamente.

Jin señaló con la cabeza hacia algún lado de la cocina, sin quitarle los ojos de encima a lo que le mantenía ocupado. YoonGi siguió la trayectoria y divisó un tocho de papeles amarillos fluorescentes en la encimera, justo al lado de la nevera.
Sin decir nada más, los cogió y salió de allí.
Jimin frunció el ceño ante esto, pero la voz de su hyung lo distrajo.

- ¿Te gusta tibia o caliente?

El menor alzó las cejas, tardando en procesar esas palabras y tratando de recordar sobre qué le estaba hablando Jin.

- ¿La leche? _ preguntó, en un momento de lucidez. Se sintió estúpido- Sí. Tibia, por favor.

- Entonces ya está lista._ Jin cogió el caldero y vertió el líquido en la taza favorita de Jimin. Segundos después, ya estaban sentados juntos; uno bebiendo, distraído, y el otro observando.

- ¿Está bien de temperatura? _Jimin asintió, conmovido por la preocupación de SeokJin.

- Está perfecta. Gracias, hyung.

Jin sonrió. Jimin pensó que su sonrisa era casi tan impecable como un colgante de perlas. No, mejor; como el suelo blanco de su habitación.
Hizo un sonido con la boca. Esa extraña comparación le había recordado algo.

[J I M I N] 🌸 Am I Not Pretty Enough?🌸  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora