un sonido en la parte trasera de la casa despertó a hoseok.
desde que era un niño, había sido bastante asustadizo. aún le daban ganas de llorar las noches de tormenta -no lloraba ya, porque era adulto y los adultos no lloran.
de nuevo aquel extraño ruido. pensó que sería wonho chocando contra la valla que delimitaba su patio trasero con el bosque, pero los ronquidos de éste a sus pies confirmaron que no era así.
lentamente se levantó, despertando al viejo perro, que lo miraba confundido entre sus incipientes cataratas.
hoseok bajó a la primera planta, dirigiéndose a la cocina.
allí estaba la puerta que conectaba el patio trasero con la pequeña casa. el ruido aumentó, lo que hizo que hoseok saltara en el sitio del susto. wonho apareció a su lado, babeando su mano derecha en un intento de decirle 'tranquilo, nada te hará daño. yo estoy aquí' .
hoseok pensó que poco podría ayudarle con su artrosis, pero aún así se sintió protegido.salió al patio, recordando en ese momento que podría haber cogido un cuchillo para defenderles, pero ya no había vuelta atrás.
wonho, como el perro valiente (bobo), que era, se acercó sin vacilar al ruido, tumbándose en frente de dónde procedía con cara de aburrimiento.
wonho soltaba largos suspiros, esperando que hoseok se diera cuenta de que aquello no era un peligro.el joven decidió ver qué era, la curiosidad le acabaría matando -a no ser que aquella cosa le matara antes.
por fin, después de lo que a wonho le parecía una eternidad, consiguió ver la causa del ruido.
un pequeño conejito estaba atrapado entre la valla y unas placas de madera que solía apilar allí. su corazón se aceleró al ver que una de sus patitas estaba enganchada en el hierro.
no podía ver bien (pues era de madrugada), pero sabía que el pequeño animal sangraba profusamente.
corrió al interior de la casa, mientras wonho levantó la cabeza curioso. en menos de un minuto volvió con unos alicates en la mano.
agarró al animal, intentando que dejara de moverse y que así no empeorara la herida. cortó el hierro y abrazó al conejo contra su cuerpo, estaba frío y su corazón latía a mil por minuto. cuando notó la camiseta del pijama húmeda, sus sospechas se confirmaron.el pequeño conejo temblaba, quizás débil, quizás por el terror. subió a su coche, dejando al conejito tembloroso en los asientos traseros, mientras rodeaba su pequeño cuerpecito con la manta que dejaba ahí para wonho. éste último también subió al auto, quedándose junto al conejo, apoyando su cabeza lo más cerca posible sin hacerle daño.
en lo que a hoseok le pareció dos horas, a wonho lo que tarda en comerse su cuenco de pienso, y en lo que en la realidad fueron diez minutos, llegaron a la clínica veterinaria de urgencias 24 horas. nada más aparcar agarró a la bola de pelo envuelta en la mantita, y salió disparado pasando por las puertas automáticas, wonho siguiéndole a paso lento por los dolores articulares.
"hoseok", la recepcionista se sorprendió de verle a esas horas. al ver la camiseta y la parte izquierda de la cara de wonho ensangrentadas se temió lo peor por el can. pero rápidamente se percató de la pequeña masa temblorosa que estaba en sus brazos, "sígueme".
hoseok la siguió por el largo pasillo hasta llegar a la primera consulta, en la que un joven veterinario se encontraba frente a un ordenador. mientras se posicionó frente a la mesa de exploración, hoseok dejó al conejo sobre ésta, y comenzó a explicar lo sucedido.
"y-yo escuché un ruido y cuando fui le vi enganchado a unos alambres que salían de la valla. creo que los sigue teniendo clavados, no sabía qué hacer".
"tranquilícese", el joven desenvolvió al animal, inspeccionándolo tranquilo pero a la vez rápidamente, "vamos a tener que operarle, aunque puede que no sobreviva".
"hagan lo que sea necesario", hoseok no permitiría dejar morir al animalito sin siquiera intentarlo.
el veterinario volvió a hablar, "va a perder la pata"
"¡ya dije que hicieran lo que sea necesario!", hoseok gritó. estaba nervioso, aterrado por el futuro del pobre animal "váyase a salvarlo, por favor..."
miró al profesional a los ojos por primera vez, no logró verle bien por el acumulo de lágrimas, que poco a poco se descargaban por sus mejillas. éste llevó al conejo a una sala contigua, seguido por otros dos miembros del personal a los que hoseok supuso que ayudarían en la cirugía.
se sentó en las sillas de la sala de espera, con wonho tumbado a sus pies. la chica, que conocía a hoseok desde la primera vez que llevó al perro cuando sólo era un cachorro, intentaba distraerle con cualquier conversación. pero hoseok no estaba por la labor. una eternidad después, volvió a escuchar la voz del veterinario.
"hoseok, pase a la consulta, por favor"
obedeció, esperando que tuvieran buenas noticias. miró la cara del chico, intentando descifrar si el conejito había sobrevivido por la expresión de su cara, pero ésta era blanca. lo único que logró descifrar fue: 1- era nuevo en la clínica, 2- seguramente más joven que él y 3- era jodidamente guapo. si no fuera por la situación en la que estaba, estaría babeando aún más que wonho.
"sobre su conejo..." comenzó a hablar, sacando a hoseok de sus pensamientos "la operación fue bien. como ya le avisé, tuvimos que amputarle la pata. ahora se quedará en hospitalización hasta que se recupere. es joven y al ser una pata delantera, creemos que se acostumbrará fácilmente a su nueva... condición física" paró un momento para que hoseok asimilara la información, "debe tener en cuenta, hoseok, que aunque haya superado la operación es posible que no supere el post-operatorio, y si vemos que sufre habrá que... ya sabes, ponerle a dormir".
hoseok no sabía qué decir, lo único que podía hacer era rezar al primer dios que se le pasara por la cabeza para que el animal sobreviviera. "muchas gracias por esto, ¿puedo verle?"
el -aparentemente- más joven se mostró sorprendido, pero la voz de eunae resonó por la vacía clínica con un "deja al pobre chico que lo vea, hyungwon". hyungwon asintió, y guió al pelinegro a la sala de hospitalización.
"entonces, ¿está bien?", preguntó hoseok preocupado.
"aún está bajo los efectos de la sedación, aunque cómo puedes ver... aún respira".
hoseok rió ante las palabras de hyungwon, tomándose la respuesta por un 'si'. ahora que veía al pequeño animal se había aliviado un poco.
quizás a hyungwon se le de bien los animales, pero en lo poco que le escuchó hablar se dio cuenta de que las personas se le daban fatal.
"no sé cómo agradecertelo".
"no tiene por qué, hoseok. este es mi trabajo".
de nuevo, la voz de la cotilla de eunae volvió a retumbar "¡tengan una cita!"
el mayor volvió a reir suavemente, levantando sus cejas de manera interrogativa.
"no me voy a poder negar, ¿cierto?", hyungwon susurró acercando sus caras. hoseok asintió mientras el olor a bollo de chocolate inundaba sus fosas nasales.
🐢🐰
ta larga la mierda esta eh
weno pos de nuevo con un fanfic que no sé si acabaré ;)
disfrútenlo mientras puedan