El camino a casa de Connor fue silencioso y si... silencio incómodo, a momentos lanzaba una que otra mirada había él y lo podía notar con el ceño fruncido, tal vez le molesta llevarme a su casa, o tal vez porque peleo con Aarón.
Hablando de Aarón, al recordarlo algunas imágenes de nosotros rondan por mi cabeza, ¿muy masoquista verdad?, creo que aún no me doy cuenta de la gravedad del asunto, termine con él definitivamente, pero no me duele como debería, aún no lloro lo suficiente, quizá, solo quizá mi corazón esté esperando el momento en que lo perdone, pero mi mente está en plan; ya no mas, aléjate de él.
Estoy aún borracha lo sé, mis movimientos torpes y alguno que otro mareo me lo dice, en cualquier momento que me hagan hablar diré cosas sin pensar. Pero en mi mente estoy más sobria que nada, no sé si me entiendan, por fuera soy un desastre pero por dentro estoy de cierta forma bien.
-¿Quieres comer algo antes de llegar?-escucho como habla, mi mirada viaja a el, el cual me mira esperando una respuesta.
-No tengo hambre-respondo simplemente.
Él como respuesta asiente fijando su mirada en el camino. Al cabo de unos minutos se estaciona en una casa de color café oscuro, con alrededores verdes.
-Andando
Se baja del auto e imito su acción.
Una vez dentro de la casa me quedo impresionada, esta decorada muy sencilla colores negros y blancos, tal como me gusta, es hermosa. Connor se adentra a la casa detrás mío cerrando la puerta, da unos cuentos pasos para llegar a la mesa y dejar las llaves.
-Tú casa es hermosa, los colores, la decoración, todo me gusta, como nunca me habías traído aquí-sonrío ampliamente mientras camino hacia el sofá tumbándome sobre él con toda la confianza.
-Gracias-contesta fríamente pero lo ignoro-Te dejare en la habitación que vas a dormir, acompáñame.
Hace un gesto con la cabeza para que lo siga pero yo me quedo en el mismo lugar.
-Aún no quiero dormir-hago un puchero.
Escucho como suspira pesadamente
-Es madrugada Fernanda, ya debes dormir, a demás no estás en buenas condiciones.
-Tengo hambre
-¿Como dices?-me mira sin creerlo -te dije hace unos momentos que si querías llegar a comer algo y no quisiste.
-Es que no tenía hambre hace rato-sigo con mis pucheros como niña pequeña, Connor me mira frustrado- ¡no te molestes! Yo me hago algo, ¡que no panda el cunico!
Me levanto de un salto del sofá haciendo que me de un punzada en la cabeza pero lo ignoro, camino hacia lo que parece la cocina y empiezo a buscar algo en el refrigerador.
Literal ando como Pedro por su casa
-¿Enserio comerás todo eso?-me mira serio mientras yo vierto la leche en mi cereal, el cual estaba en una tipo cazuela.
-Tengo tanta hambre, podría comer lo que sea-tomo un tenedor que es lo primero que veo, lo meto al cereal para después llevarlo a mi boca disfrutando el cereal-hasta podría comerte a ti.
Luego de que pienso en lo que acabo de decir trato de arreglarlo
-Bueno pero tú sabes, no de esa forma tú sabes-hago unas muecas y muevo rápidamente mis manos-no de esa forma de tu yo... en una cama... desnudos...
Creo que la estoy cagando más pero aún así continuo
-Yo arriba de ti brincando, mordiendo por aquí por allá, alguna que otra lamida-estoy dispuesta a continuar pero su voz ronca me detiene.
ESTÁS LEYENDO
El inicio del final [BeMT#2.]
Teen FictionSegunda parte de ''Bajo el mismo techo'' no es necesario haberla leído pero tardarás en entender el rol de los personajes. Que difícil es decidir cuando tu mente te dice renuncia y el corazón te pide a gritos un intento mas, pero mas difícil es cuan...