Tonta.
Eso es lo que fui.
Tonta.
Tonta por no ver lo que tenía.
Tonta por no reaccionar a tiempo.
Tonta por darme cuenta demasiado tarde.
Y ahora me arrepiento
y lloro.
Lloro por los besos que nunca nos dimos.
Lloro por las caricias que te debo.
Lloro por el tiempo que no pasé a tu lado.
Por esos te quiero que nunca te dije.
Por esos te quiero silenciosos que me diste
sin saberlo.
Y pienso que, cuando te debí mirar
fui ciega,
y, ahora que puedo ver,
no te veo.