1♥ Mi vida no es un cliché

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No soy el tipo de chica romántica. Ni por las curvas.

Si tú alguna vez llegaras a exigirme que haga un gesto cursi, lo más seguro es que te estaría tirando una piedra en la cara por siquiera insinuar que puedo llegar a ser una niña rosa, y luego me metería en un enorme problema por el hecho de hacerlo.

Pero sí. No soy romántica, ni cursi, y ni hago el intento de parecer una ternurita ante cualquiera, porque simplemente no es mi manera de ser. En cambio tengo una amiga que sí lo es.

Parece una linda muñequita con esos ojos color gris verdoso; mi hermanito Erik le dice a ese tipo de color de ojos, ojos color moco.

Lo decía tantas veces que hasta yo misma comencé a llamarlos así, por eso cuando llegué a la high school y vi a Marianne, las primeras veces antes de saber su nombre la distinguía como: "la niña de los ojos color moco". Obvio, nunca se lo dije porque me daba pena imaginar cómo reaccionaría. Y pues era la nueva, no podía llegar con esas.

Eso fue hace más de un año ya. No soy la nueva pero sí soy...la renegada.

Tú sabes que en el colegio la gente se clasifica en distintas clases de grupos, en muchos lugares varían pero podemos sacar tres grupos importantes que siempre van a estar en los colegios. El primero va a ser el de los populares, las chicas plásticas, tipos de revista y esos; el otro grupo es el de los normales, chicos promedio que no tienen casi nada que los destaque, a menos que estén en una actividad extracurricular como cine, periodismo o deporte; luego en el fondo de la cadena alimenticia escolar viven en sus madrigueras los renegados: los raros, frikis, nerds, los diferentes y los que no son soportables.

Mi grupo es el último, pero yo no me escondo en ninguna madriguera, ni soy friki, nerd o rara —según mi concepto— y la gente me aguanta. Estoy con los renegados por la simple razón de mi procedencia.

Soy latina.

Se supone que en la actualidad la discriminación es muy mala, es penada y no sé qué más cosas, pero todavía existe; así sea de una forma sutil siempre te vas a dar cuenta que hay discriminación de parte de las personas que se creen superiores al resto y no toleran a la gente diferente. Como en el instituto en el que estudio que parece salido de los años setenta, o de una de esas historias súper cliché que leo en esa red social de escritores/lectores (de la que nadie puede saber, y lo negaría todo así me apuntaran con una pistola en toda la frente para que confesara) Puede que no sean racistas pero sí son xenófobos los gringos con los que convivo.

Cuando llegué aquí necesité mucho apoyo para poder salir adelante en el estudio. Aunque yo viniera de un colegio privado bilingüe que mis papás pagaron con su esfuerzo, era muy diferente convivir con personas que todo el tiempo te hablaban con palabras que antes solo usabas por jugar o por pasar materias. Mi inglés era rústico y varias veces al inicio tenían que repetirme unas dos veces la misma oración para poder entender, de ahí quedé con los renegados como una latina incapaz de hablar su idioma de forma fluida.

Menos mal encontré a dos personas pacientes y tolerantes que me ayudaron y me aceptaron, fueron Marianne con su mejor amiga Allison. Ambas son americanas de nacimiento además de que son amigas desde el primer año cuando Marianne llegó de un pueblo de Iowa...o algo así, es uno de esos sitios que nadie tenía idea que existían.

Ellas eran las mejores pero últimamente estaba notando algo extraño en el instituto. No sé si será el exceso de novelas románticas/juveniles o que mi mamá me está dando la medicina de Erik en mi jugo, pero cada vez más me parece que estuviera metida en un cliché. Empezando con que Marianne y Allison concordaban con el papel de la protagonista y su hermosa mejor amiga.

Marianne era ese tipo de chica bonita que no se sabe arreglar, usa ropa varias tallas más grande, no se arregla el pelo ni un poco (apenas y se pasa el cepillo estoy segura), ni se aplica una gota de maquillaje. Además, se la pasa comiendo comida chatarra y mucho azúcar sin engordar; se sonroja cada cinco minutos, es muy tímida con los extraños, se considera una lectora empedernida como yo pero a ella no le da tanta vergüenza que sepamos lo que lee, mucho erotismo barato diría yo, y se mete en situaciones embarazosas a menudo.

La mejor amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora