monedas de chocolate | taekook

❁Capítulo 4❁

Los días pasaban, Nam seguía pensando en la mejor sugerencia para la tía de su amigo, no quería verlo sufrir en Seúl, solo como si fuera una cosa. Estaba seguro que su amigo sufriría, sabía lo difícil que era para él poder acercarse a alguien para entablar una conversación fluida o mostrar seguridad.

Jeon no era así, desconfiaba demasiado de la gente por todos los problemas que le ha llevado su vida. Desde su mamá hasta su hermano, nada se podía sentir tan normal o confiable.

JungKook seguía dormido sobre la cama de Nam, mientras que el mayor miraba como el cuerpo subía y bajaba de manera relajada. Kim se levantó rápidamente al momento de escuchar la puerta principal y la voz de una mujer, estaba seguro que era la tía del pequeño Jeon.

Con el mayor cuidado para no hacer ruido abandonó la habitación, siguió silencioso con la intención de escuchar la conversación de aquellas mujeres.

—Sé que NamJoon quiere a JungKook pero él estará mejor conmigo en Seúl—la voz de la tía de JungKook no era grave, al contrario, sonaba tranquila.

—SooYun, yo no tengo problema en que Kookie se quede.

La mamá de Nam tenía razón, ella era tan feliz con JungKook lo sentía como un hijo, sabía lo horrible que lo pasaba en su hogar con alguien tan asqueroso como el señor Jeon, un ser malo del corazón.

—¿Tú sabes si a JungKook le gustaría quedarse en Daegu?

La sonrisa de NamJoon se amplió, necesitaba ir a su habitación para poder asegurarle a su pequeño amigo que nadie le volvería a hacer daño.

Abrió la puerta viendo como su amigo se limpiaba los ojos con sus dedos quitando alguna basura o simplemente para despertar. Jeon lo miró en silencio, en menos de unos segundos soltó una sonrisa para ir directo al borde de la cama.

—Querido JungKookie, bienvenido a casa.

Y sí, no importaba que alguien de esa familia no tuviera su misma sangre, sentir que podías tener el apollo incondicional de otra persona lo completaba todo. El corazón de JungKook volvía a sentise cálido, podía sentir que aún tenía motivos para seguir adelante con su vida y así podría estar cerca de HeeSook, de ella y las monedas de chocolate.

—Vamos a llamar a Tae, es mi amigo y será lindo salir.

—¿Estás seguro?, hyung...

—TaeHyung es muy amigable, créeme—habló cortando las frases del menor.

TaeHyung si era amigable, al igual que era bastante curioso y lamentó la oportunidad de no poder haber conocido al amigo de su mejor amigo cuando corrió para poder llegar a ver Pokémon.

NamJoon le había dicho que estaba muy cansado, había reprendido a TaeHyung cuando le dijo que debería despertar a su amigo para que pudiera ver igualmente Pokémon y comer algunas galletas que había traído del café.

☆ミ　☆彡☆ミ　☆彡

Buscó otra vez su sweater negro, lo más probable es que estuviera en la ropa que su mamá estaba por lavar. Tiró de su cabello una vez más, la frustración lo estaba poniendo molesto, no quería usar aquella sudadera rosa que le había dado su abuela.

Se iba a sentir muy expuesto.

Pero el resto de la ropa era incómoda para ese día que estaba siendo frío, suspiró mientras se quitaba su segunda opción que terminó siendo un sweater demasiado corto de mangas. Entró en su sudadera, rogó que su mamá estuviera con sus hermanos por el parque.