Pov Violett
No lo podía soportar me encontraba corriendo por el bosque en busca de aquel chico de ojos celestes, aún puedo recordar su aroma era tan adictivo, no me podía contener, me había transformado, corría por el bosque sentía su olor, corrí los más rápido que pude.
Su olor cada vez se sentía más cerca, cuando a lo lejos puedo ver a un lobo un poco mas alto que yo de pelaje color blanco con toques dorados.
Era él.
Baje mi velocidad, camine hacia el, me sentía viva estando con el.
Cuando ya estábamos al tope, lo mire tan profundamente el hacia lo mismo conmigo, no me podía transformar en humana asi que comencé a caminar en dirección de su manada.
Los dos caminábamos juntos su aroma era adicto a sus ojos celestes hipnotizantes.
Al llegar a la mansión me encuentro con dos guardias en la puerta principal, al vernos nos hace referencia y entramos.
Estamos en el cuarto de el chico de los ojos celestes, el entro al baño para cambiarse, yo por mi parte también me estoy cambiando, una de las empleadas de la manada me había prestado un vestido negro al cuerpo y unas sandalias altas color plateados, al terminar de cambiarme me dirijo hacia la habitación de el chico de los ojos color celeste, ya que estaba en un cuarto diferente.
Al entrar me encuentro con el, acostado en su cama con sus ojos cerrados.
-Y...yo lo siento mucho- comencé a hablar.
-No te preocupes ahora dime tú nombre- dijo el chico con una sonrisa.
-Yo me llamo Violett- dije cabizbaja- ¿Y tu?-
-Yo me llamo Erick- dijo Erick acercándose a mí.
El se acercó más a mi, sentía su respiración con la mia nuestra narices estaban juntas, sus labios estaban cerca de los míos, en un abrir y cerrar de ojos ya me estaba besando, yo le correspondi el beso, era tierno y a la vez apasionado y salvaje.
El me quería marcar.
-Erick- dije
-Me encanta que digas mi nombre- dijo Erick haciendo el beso más salvaje. .
Me detuve, porque ya nos estábamos acelerando demasiado.
-¿Que pasa?- dijo Erick.
-Yo no lo puedo hacer- dije un poco apenada.
Dicho esto me retiré de su cuarto y comencé a caminar por la grande fortaleza, busco la salida y con éxito lo encuentro, salgo rápidamente de hay ignorando a los guardias.
Siento su olor cerca, pero no me detengo, me adentro en el bosque y aún puedo sentir su aroma.
Unas grandes manos toman mi cintura, haciendo que pare de caminar.
-Por favor déjame ir- dije tratando de soltarme de su agarre.
-No te dejaré ir- dijo Erick ejerciendo su agarre.
-Entonces yo me iré- dije soltándome de su agarre.
Comencé a correr por el bosque, corría a la velocidad que mis piernas podían, el me perseguía hasta que decidí transformarme, brinque y caí en mis cuatro patas, comencé nuevamente a correr, gire a ver si es que Erick me seguía, pero no logré ver nada, cuando voltee el estaba hay, un lobo blanco con toques dorados, sus celestes ojos me miraban fijamente.
Baje mi mirada al suelo, me sentía fatal pero no dije nada.
Comencé a caminar por el bosque, mire sobre mi hombro y el me estaba siguiendo.
-Quiero ir a mi manada- dije por medio de la comunicación de lobos.
-Yo..yo, tu eres libre puedes irte- dijo Erick alejándose de mi.
No hice nada para detenerlo, comencé a caminar pero no sabía dónde estaba así que decidí caminar y hallarme por el olor que deje cuando llegue aquí.
Por fin, después de 3 horas de caminar me encuentro en mi mansión, sabía que yo era la princesa pero aún no me acostumbraba a ser de la realeza.
Al llegar los guardias me miran con alegría y hacen una reverencia. Aún estaba en mi forma lobuna, ellos me podían identificar por mi olor, pues era diferente a todos los demás licántropos.
Mi tía Gabriella, antes de morir me dijo que yo no solo poseía poderes psíquicos, sino también las poderes elementales, cuando me convertía o utilizaba mis poderes mi ojos cambiaban de color a un amarillo casi dorados.
Eso lo descubrí hace una semanas atrás.
Inicio del Flashback
Días antes de la muerte de mi tía Gabriella.
Me sentía asfixiada quería dejar salir a mi loba interna y lo hago, estaba en mi cuarto todo estaba destruido, en un cerrar y abrir de ojos ya estaba en mis cuatro patas, voy al espejo, y cuando miro me llevo una gran sorpresa. Mi ojos eran dorados, cuando me acerco al espejo este se rompe en dos. Estaba utilizando mis poderes psíquicos, luego retrocedo y una ráfaga de viento chocaba mi cara con violencia después comienzo a calmarme y todo parece ser tranquilo.
Fin del Flashback.
No había entrenado con Ammie ninguno de estos días, la última vez que la había visto ella estaba ebria.
Cuando llegue a mi cuarto, me desnude y entre a la tina de agua caliente, deje mis músculos relajarse, me sentí muy relajada.
Al terminar me pongo mi ropa interior y luego busco en mi armario y me pongo un jeans ajustado y una remera color crema.
Salgo de mi mansión y me dirijo hacia la cocina y unos extraños y a las vez conocidos aromas inundan mis fosas nasales.
Al entrar a la gran sala me encuentro con una pareja de lobos de unos cincuenta años, esta acompañado de un guardia de la mansión.
-¿Quienes son estas personas?- dije seca, mirando a la pareja.
-Mi niña somos tus abuelos- habla la mujer de cabello rojizo con algunos pelos blancos y unos ojos color café claro.
-¿Abuela, abuelo?- los miro y corro hacia ellos, era por eso que su aroma era tan conocido.
-Yo pensé que habrían muerto en la guerra- dije con lágrimas en mis ojos.
-Mi niña estoy aquí contigo y con tu abuelo- dijo mi abuela llamada Isabella, con mi abuelo Elías.
-¿Porque han venido hasta mi manada?- dije separándome de su abrazo.
-Mi niña tal vez tu sepas tu verdadera identidad y tu abuelo y yo te vamos a presentar ante todos los alfas de todo el mundo para que conozcan a su futura reina, es una fiesta en el castillo real- dijo mi abuela muy emocionada.
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Hola que tal el capítulo si les gusta no olviden oprimir la estrellita y comentar 7u7
Nathy❤❤
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Tu Mí Violeta © (Wattys 2018) [SIN EDITAR]
Fantasy¿Alguna vez sentiste que algo cambio en tí?, bueno yo si, al enterarme que era superior a los alfas de todo el universo era algo como una Diosa, mis padres antes de morir por la sangrienta guerra con las brujas habrían dejado una carta lo cual expli...