Capítulo 1: Cumpleaños

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Me desperté con la intención de seguir durmiendo pero sentí como alguien se tiro encima mío y comenzó a hacerme cosquillas, me moví tanto que mi cara choco contra el piso.

-MATEO ¿Qué haces?- le grité a mi hermanito de 8 años.

-Nada,..uffa Hope- poniendo cara de cachorrito- ¡Prestame tu celular!

-Tomá pero dejá de joder y andate.

Luego de ese momento tan emotivo entre hermanos (nótese el sarcasmo) me fui a bañar. Al salir me acorde que era el cumpleaños de mi primo Leonel y estresada comenze a tirar ropa a todos lados para ver que me ponía.

-¡No hay nada, Maldición!- grité enojada cuando me pegue con la cama en el dedito chiquito del pie.

-No se habla así señorita- dijo mi mamá de la nada.

- ¡Aaaaa!- grité sorprendida - ¿Podrías hablar antes de aparecer así mamá?

-No cariño soy tu madre y hago lo que quiero- dijo ella haciendo una pose rara- Tomá te compre ropa para hoy.

Me entregó una bolsa con: (foto de multimedia)

Me di vuelta y la abrace.

-¡Gracias ma!

Cuando ya estaba cambiada y me estaba peinando se escuchó el sonido del timbre  y los alocado grito de mi prima Yamila.

-Julieta ¡Oh Julieta bella mía! sal por el balcón y dame un beso de amor- gritó ella desde abajo de mi ventana.

-¡Romeo!- exclamé intentando contener la carcajada y sacando la cabeza por la ventana- sube cuchurumin.

-Enseguida amor mío pero no te vayas- dijo señalándome con el dedo

-¡Oh Romeo Romeo! baja que nuestros padres nos pueden atrapar- solté intentando parecer triste y seria.

-¡¡NIÑAS!!- gritó mamá 

Lo hizo tan fuerte que Yamila se tropezó conmigo, las dos terminamos tiradas en el piso y riendo como morsas por nuestra mala actuación.

Derrepente una patada voladora me golpeo en la pierna, mire de forma amenazadora a mi prima y comenze a corretearla. Cuando le estaba dando la vuelta a la mesa, resfalé y caí sentada achatando mis pompis más de lo que ya estaban. Putiando a mi prima le dije que se nos hacia tarde para el cumpleaños.

-¡Chauu ma! nose cuando llego.

-Bueno pero se cuidan- gritó ella desde la cocina.

-¡Chau tía!

Al salir de la casa paramos un taxi y nos subimos diciéndole al conductor que empezara a manejar derecho que ya le deciamos la dirección. Cuando rebicé la cartera no encontré nada y en los bolsillos del jean tampoco así que le pregunte a Yamila.

-Tenes la tarjeta porque no la traje.

-Sip toma-dijo entregándomela

Pero como vivimos rodeadas de mala suerte, la ventana estaba abierta y mis manos son de manteca, la tarjeta salió volando y nosotras nos giramos en el asiento para ver si no bajábamos quizás la atrapábamos..... pero no la hojita muy hija de su  mami fue a parar al único charco de la calle.

-¡No te lo puedo creer que mala suerte la nuestra!- dije ofuscada

-Bueno bajémonos y  caminemos de vuelta casa

Eso mismo hicimos ..... 20 minutos caminando con semejantes tacones y ya tenía ganas de golpear a alguien. Al llegar a la puerta de mi casa suena el ringston de un celular demasido cerca, al darme vuelta veo a mi prima chateando lo más entretenida. Con cara de chuky le saque el celular y se lo tire al patio.

-¡PERO TU ESTAS LOCA!-dijo ella

-¿¿LOCA YO??¿¿YO??- dije cada vez más cerca de ella, la cual comenzó a retroceder con cara de que en cualquier momento se largaba a llorar.

-Relajate vamos hacelo conmigo ¡OMMM!

-Ya ya estoy relajada pero te das cuenta de que si hubieses dicho que tenías el celular no tendríamos que haber bajado del taxi ni caminar hacia aquí- le dije sobándome las cienes.

-Ooohh tenes razón pero ya estamos acá- dijo con cara de perrito abandonado- llama a un taxi y busca la dirección.

-Eso voy a hacer pero no porque me lo decís vos sino porque yo quiere- dije con cara de superioridad y sacándole la lengua.

El taxi llegó a los 10 minutos  y por fin dándole la dirección nos llevó allí.

-Llegamos- dijo el taxista- Son 100 pesos.

-Gracias Ramón- le dije y el me miro de forma rara.

-Si sabe no, que ese no es mi nombre- dijo  el de forma lenta.

-Sip pero tiene cara de Ramón así que Ramón se queda-dije yo de forma amenazadora.

-Ok, ya pueden bajarse

El taxi arrancó de forma rápida y nos dimos vuelta para entrar. Ahí parado como estatua estaba él, ese desconocido que causaría mis mejores y peores momentos, el que me rompería y juntaría cada pedacito de mí para volverme a romper, pero que al final del camino me enseñaría una lección de vida como ninguna otra.




Soy totalmente nueva escribiendo así que les pido paciencia pero si quieren comentar lo que les gusta o no... ¡¡¡bienvenidos sean sus comentarios!!!.

¡¡GRACIAS POR LEER!!





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⏰ Última actualización: Sep 24, 2022 ⏰

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