VENDRÁS CONMIGO

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Luhan salió de la casa a mitad de la noche, se sentía como aquel niño de 12 años que se quedó solo en el mundo otra vez

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Luhan salió de la casa a mitad de la noche, se sentía como aquel niño de 12 años que se quedó solo en el mundo otra vez. Sus ojos, nublados por las tibias lágrimas que seguían cayendo sin fin.

¿Porque no había muerto aquel día junto a su madre? Pensó con la amargura a flor de piel.

Sehun, Sehun, Sehun.

Su nombre estaba grabado con fuego en su alma. Su primer amor, su primer beso, su primera vez y su corazón roto. ¿Cómo lidiar con el impacto de haberse entregado con tanto amor a alguien que nunca le amo? que solo lo utilizo por darle una 'lección' a su padre?

No podía seguir deambulando, necesitaba hablar con alguien o haría una estupidez. Con el frío de la noche dándole en la cara supo a dónde ir.  Llegó a las caballerizas, el pick up de Ztao estaba allí, recordaba que tenía una copia de la llave en la oficina de caballeriza, su amigo le había dicho que si alguna vez necesitaba usarlo podía tomarlo sin preguntar.

Mientras conducía a casa de los Huang pensaba ¿Porque no escuchó a su amigo? Él le había dicho que no confiara en Sehun pero como un idiota enamorado, hasta los huesos, ignoró cualquier advertencia.


Ztao dormía cuando el vibrar constante de su celular le despertó. Un momento después salía a abrir la puerta, Luhan estaba afuera temblando del frío.

El menor había estado llorando, era evidente, Luhan no dudó en echarse a sus brazos buscando consuelo. Ztao no preguntó qué ocurría, sabía que algo tenía que ver con Sehun, pero esperaría a que el menor pudiera contarle.

Lo llevo a su habitación, le dio un té caliente pero no dejaba de temblar.

"Creo que tienes fiebre?" le dijo tocando su frente y así era, lo metió en su cama y lo cubrió con un cobertor liviano. Se acostó a su lado mientras acaricia su cabello, era como cuando lo conoció la primera vez  hacia 6 años. Un pequeño frágil y triste. No sabía que le había hecho Sehun pero quería patear el trasero del hijo del viejo Wu.

"Sehun, él..." su voz era apenas un hilo, Ztao le pidió que descansara que ya podría contarle mañana  que había pasado. El menor asintió, un rato después se quedó dormido y Ztao a su lado.


Eran casi las 8 a.m. cuando Luhan despertó. Un poco sorprendido porque aquella no era su cama, ni la cama de Sehun, donde había despertado tantas veces. Recordó entonces haber llegado a la casa de Ztao.

Su amigo entró a la habitación con una bandeja de desayuno.

"Hola Lu! hice el desayuno! veras que cuando comas un poco te sentirás mejor" Luhan le sonrió agradecido.

Coloco la comida sobre la mesita portátil poniéndola frente al menor. Todo se veía delicioso. Recordó con añoranza cómo su madre le consentía llevando el desayuno a su cama cuando estaba resfriado. Las lágrimas salpicaron sus pestañas.

DE PURA SANGREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora