PRIMOGENITO

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Ha-Rin sostuvo el aliento, no podía creer lo que sus ojos veían

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Ha-Rin sostuvo el aliento, no podía creer lo que sus ojos veían...

Había dado la medicina a su esposo, conversaron un rato con él sobre el chequeo médico, al cual ella lo acompañaría, pasarían dos días en Qingdao, después de acordar salir el día de mañana por la tarde.  La boda se acercaba y tenía que ser lo antes posible le habia dicho su esposo.  La Sra. Wu a pesar de mantener una apariencia tranquila estaba preocupada por su esposo y el futuro de su familia.  Le estaba costando dormir pensando en sus hijos, ellos últimamente se veían tristes y agobiados, no entendía qué estaba pasando.  Decidio decidió bajar por un té a la cocina.

Escucho voces que murmuraban, ¿quienes podrían estar en la cocina a esa hora? pensó, no llegó a entrar siquiera, desde el reflejo del enorme refrigerador pudo verlos..

 Luhan y Sehun ...

Sabía que  estaban haciendo, pero ni siquiera quiso pensar las palabras.   Estaban juntos? desde cuando? miles de preguntas cruzaron su mente.  No quiso confrontarlos, debía hablar con Sehun primero, su hijo tenia que darle una explicación para aquello.

Simplemente opto por irse, si antes no podía dormir ahora menos.  Luhan era tan solo un jovencito, y se suponía que la relación con Sehun debía ser de hermanos, evidentemente eso se habia ido por un caño.  Estaban enamorados entonces? La Sra. Wu no podía esperar a que amaneciera para poder poner las cartas sobre la mesa con su hijo.  

Era temprano en la mañana, la Sra

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Era temprano en la mañana, la Sra. Huang se levantó para preparar el desayuno a sus ancianos padres, el ambiente en la casa era tranquilo pero lleno de melancolía.  Les hacía falta su hijo y nieto.  Ztao no faltaba en enviarles un mensaje en la mañana deseándoles buenos días y diciéndoles que les amaba mucho, y llamaba por teléfono cada dos días.  Como le gustaría a la Sra. Huang despertar a su hijo como antes, arrebatando sus cobijas a pesar de sus reclamos y luego besarlo en la frente.  Ztao era su primogénito, había tenido un segundo embarazo pero tuvo una pérdida, sino al menos tendría el consuelo de una hija.

 A veces la Sra. Huang era muy fuerte y mantenía una actitud alegre, pero momentos así hacían su vida triste como cuando vivía con su esposo, quien los trataba mal a ella y al pequeño Ztao.  Su hijo era su alegría y orgullo desde que supo que lo esperaba...ahora él esperaba a su propio bebé.  Se perdería estar a su lado en etapa, todo por culpa de los Wu.

DE PURA SANGREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora