Capítulo 23

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La última oportunidad

—Si niño, lo haremos después—no le importaba nada de lo que dijera.

—No Madara—me sorprendía, su voz era firme y sería—Será ahora.

—Sabes creo que deberías preocuparte más por tus secuaces, no debe tardar en llegar el escuadrón americano.

—Lo tengo todo controlado y solo para hablar contigo.

—Bien mocoso ¿De que quieres hablar?

—Te propongo un trato, suelta a Sakura y tal vez tenga piedad de ti—Madara empezó a reír.

—Dudo que me puedas hacer algo mocoso, apenas me vez y tus piernas empiezan a temblar—vio las piernas de Naruto pero no mostraban miedo—¿Qué?

—Lo pensé bien por estos días, mataste a mis padres, al señor que me cuidaba,  a mis amigos a todos pero no mataras a la mujer que amo.

En ese momento tenía tantas ganas de llorar al oír a Naruto decir esas palabras por mi. Jamás espere que llegara tan lejos por mí.

—Créeme niño, no puedes ni siquiera tomar bien un arma cuando me ves—seguía burlándose.

—Hmp...—sacó un arma de su traje negro y le apuntó.

—Oh ya veo, vienes igual que los soldados americanos para que no te reconozcan

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—Oh ya veo, vienes igual que los soldados americanos para que no te reconozcan...muy astuto pero recuerda que yo te quite todo—él espera que llorará pero no lo hacía.

—Eso ya no causa un daño en mi.

—Pero ¿Que demonios? Deberías ya estar llorando por recordar eso.

—Como te dije, ya no me causa daño—sonrió victorioso—Ahora libera a Sakura—le apuntó.

—Bien, bien—se acercó a y empezó a desatarme.

Cuando estuve libre de pies y manos corrí y abrace a Naruto. Me puse detrás de él.

—Es hora de irnos—susurro cerca de mi oído.

Accedí, ambos veíamos cómo Madara lentamente se iba.

—Mejor me voy porque también quiero el dinero de esa bóveda—desapareció.

—¿Cómo hace eso?—pregunté.

—¿Estás bien?—me pregunto serio como siempre.

—Si, estoy bien.

—Vámonos—me ayudo a bajar y subimos a una camioneta.

Con Sasuke

—Señor—habló un soldado—Ya casi amanece, no cree que ya deberíamos ir.

—No, aún no, aún no empiezan—sabía que ya la estaban saqueado pero estaba ganando tiempo.

—"Naruto, Sakura apresúrense "—pensó muy preocupado pues en unas horas partiría.

Con Naruto y Sakura

Bajaron en un callejón, en el cual daba a la bóveda.

—Sakura vete de aquí, ve al departamento.

—¿Qué? No me iré de aquí sin ti.

—¡Entiende! El escuadrón americano está ahí en Japón y viene por mi, no quiero que me arresten y que tú estés aquí conmigo.

—No voy a dejarte solo—tome un respiro—¡Soy tu esposa!

Note como Naruto se sorprendía al haber oído eso.

—Pero tu...

—Si, lo sé. Se que te pedí el divorcio pero ya lo pensé bien y no quiero estar con Sasuke...quiero seguir contigo—empecé a llorar.

—Sakura—estaba sorprendido.

—Quiero seguir a tu lado—intenté sonreí—Eres un hombre tan increíble, amoroso, el hombre que toda mujer quisiera pero...¡Eres el hombre del que me enamore! Y también eres el hombre con él que me decidí casar.

Note como empezó a derramar lágrimas.

—Sakura—me besó—Yo también te amo, jamás hubiera hecho esto con las otras pero tienes que irte de aquí...hazlo por mi.

—Pero prométeme que volverás.

—Claro que lo haré.

Le sonreí, lo bese y me fui de ahí corriendo.

Con Naruto

—Bien, cuando saquen las bolsas tengan cuidado—les dije a los secuaces—Gaara.

—¿Qué pasa señor?

—Si algo me llega a pasar—le di una nota—Ábrela y léela con los demás.

—Entiendo señor—la guardo y se retiró.

—Oh que amable de tu parte Naruto...

—¿Madara?...¿Qué estás haciendo aquí.

Casada con un Criminal | NaruSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora