Mi nueva vida con los Uzumaki/Uchiha [NaruSaku] [✓]

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Poco después las cosas empezaron a cambiar, mi madre no estaba en nuestra casa nunca, vivía con el Hokage la mayor parte del tiempo, no quería ser un estorbo en su relación porque por fin mi madre estaba recibiendo el amor que merecía y como buena hija no me quejaba, pero era incómodo pensar que de un momento a otro mi madre cambio amando a una persona que también tenía familia.

Mi mamá luchó contra todo lo que decían de ella, los Hyugas y los viejos del pueblo pero no parece importarle mucho.

Como cualquier otra hija me gustaría tener mi familia unida pero pensé que el bebé que mamá iba a tener también lo merecía, el pequeño Shinachiku será mi primer hermano no será un Uchiha pero será mi hermano, aunque no lo expresó frente al séptimo le tomé un gran cariño a mi hermano no nacido un Uzumaki que cuidaré como a toda mi familia

—Hola Sarada-chan— dijo el Hokage por la ventana mientras hacía comida

—Señor Hokage no me asuste— dije enojada

—Vine a invitarte a comer Sarada-chan—

—¿Y mamá?— dije limpiando lo que había tirado

—Sakura-chan me odia en este momento— dijo deprimido

Mamá me contó que cuando un bebé va ha hacer parecido a su padre la madre empieza a repudiar a su esposo y estaba comprobado era más que obvio que Shinachiku será como el Hokage

Solo le sonreí

—¿Y?¿Aceptas'ttebayo?—

—¿Comeremos ramen?—

—Exacto parece que me conoces bien—

Salí y me encontré con él

—Hokage sabes lo que pongo en sus manos algo que apreció demasiado—

—Igual yo—

—¿Eh?— dije confundida

—Que yo también apreció demasiado a Sakura-chan, no tienes que preocuparte—

—¿En serio?—

Cómo un niño pequeño movió afirmando con la cabeza, nunca ví al séptimo como en ese momento o como desde que está con mi mamá parecía lleno de vida como si hubiera cumplido algún sueño, me había encariñado tanto con él que su felicidad era contagiosa

—Llegamos— me dijo abriendo la cortina del Ichiraku

—Gracias— dije tímidamente ya que él era el primer hombre que me trataba cortésmente

Mi mamá siempre dijo y dice que el Hokage no sabía tratar a las mujeres y tal vez hacía eso porque quiere que me vaya a vivir con ellos en el apartamento en donde ahora recidían

—No hay segundas intenciones ¿Verdad, séptimo?— cuestióne acomodando mis lentes

El séptimo se asombro y bajo su cabeza

—Veras, quiero que me ayudes en algo— dijo apenado y rascando su mejilla  —Necesito que hables con Boruto y Himawari— me dijo rápidamente colocando sus manos en forma de súplica

Solo me quedé estupefacta sin saber que hacer y de seguro con una cara extraña cuando levantó su cabeza con ojos de súplica replicó

—Por favor— río nerviosamente

—Como— dije rápidamente, literal cedí a las súplicas de él, por fin entendí lo que mi mamá contada de su capacidad de convencer a la gente

—¡¿Me ayudaras!?— expresó contentó

—Si— dije mirando a otro lado

—No se como fue que tú lo tomaste tan...tan— divagó un poco—...tan bien, pero mis hijos me odian a mí y a Sakura-chan, dicen que traicione a su madre y...—

—Eso hizo— pronuncié secamente

De pronto calló a la mesa deprimido mientras la que atendia lo veía extrañada

—¿Que le sucedió?—

—No tengo idea— dije levantando un cabello dorado del Hokage, cuando de pronto levantó su rostro con una mueca qué decía que estaba molesto

—Sarada-chan, mis hijos,  Sakura-chan y tu son lo que más quiero que me acepten, necesito tu ayuda— me dijo tomando mi mano, como por reflejo mi cara enrojeció

—¿Que sucede?— cuestionó como un niño pequeño

—Nada— dije acomodando el guante de la mano que tomó

—¿Lo harás?— preguntó con insistencia

—De verdad ama a mi madre, no entiendo porque fue tan complicado saber lo que sentía el uno por el otro hasta...— trague en seco —Hubieran tenido hijos sin que  nosotros existieran—

—No me arrepiento de nada— miró al techo —Me alegro de conocerte, de haber tenido a mis hijos, de vivir con Hinata— me miró a los ojos —Tal vez si eso no hubiera pasado no podría estar ahora con Sakura-chan, el destino es caprichoso y yo por mi parte soy algo tonto— dijo sonriendo

En ese momento, los platos de ramen llegaron a la mesa

—Yo pensé que estaba feliz por mis padres como cuando conocí a mi padre— dijo moviendo el bambú que contenía mi plató

—Si lo estaba, no quedaba más y lamento no haber sido un buen tío para tí—

—Ha sido un buen tío— dije formando una pequeña sonrisa en mi rostro

—Debo aceptar que me sentí un poco feliz por la posibilidad de que no fueras hija de Sakura-chan—

Cuando termino lo ví enojado y sus ojos no separaban del plato— Pero Sakura-chan te crío y solo por eso merecía llamarse tu madre, y si lo siento, a veces el corazón no entiende razones y piensa mal pero si Sakura-chan era feliz también lo era yo— dijo con una sonrisa nostálgica

Por alguna razón sus palabras parecian algo familiares pero no sabía de donde y eso tranquilizó mi furia ya que gracias a él nunca hubiera podido hacer lo que hice

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