Noches de Enero. || OS Calum + Luke

A Calum le gustaba el calor. El sol brillante en lo alto del cielo celeste completamente despejado, los rayos de sol haciendo brillar sus ojos y su piel. El calor entrando por sus poros, haciéndose sentir en cada parte de su bronceada piel.

            Le encantaba poder andar en pantalones cortos, descalzo y con una musculosa o sin ella, estar flojo de ropa sin sentirse atado a nada. Pero por alguna extraña razón, este verano no llenaba su pecho de ése calor.

            Éste enero se sentía frío, él se sentía completamente frío y solitario. Pasaba la mayoría de las tardes en la sombra que daba el gran árbol de su patio, componiendo una que otra melodía suelta, que se deshacían en la brisa cálida de verano que erizaba su piel. No era como los veranos anteriores, que iba pasar el día con sus amigos, Michael o Ashton o Luke, eso no estaba pasando últimamente. En especial con Luke. Con el menor eran tan unidos, tan inseparables. Podía verse ese lazo que tanto alardeaba que tenían entre ellos, eran como imanes. Uno se movía y el otro lo hacía también; podían tener miles de discusiones por sus opiniones distintas pero siempre lograban ponerse de acuerdo cómo si el simple hecho de pelearse fuera casi hilarante.

            El mayor pasaba horas y horas junto a Luke sin cansarse el uno del otro, hablaban de todo tipo de cosas, sin vergüenza. Habían pasado juntos por tantas cosas que la vergüenza era algo tan ridículo entre ellos. Se complementaban de una manera sumamente diferente y única, cuando se conectaban no había marea que los separe. Se reían mutuamente de sus chistes, completaban sus frases como si estuvieran en la mente del otro, como si hubiera una conexión entre ellos más allá de lo explicable coherentemente.

            Pero ése verano todo había cambiado para peor: Luke tenía novio y Calum se sentía vacío.

            Cuando Luke llegó el trece de diciembre al ensayo, y soltó sin más aquel balde de agua helada en todo el rostro estupefacto de Calum, algo cambió. Él no había dicho absolutamente nada ni bueno ni malo, solo un abrazo reconfortante y una sonrisa y nada más, porque no había palabras. Nunca había vivido algo así, nunca pensó que la noticia de Luke teniendo pareja iba afectarlo de una manera tan lucida.

 Luke le había dicho que era gay poco después de cumplir los quince años, él había sido el primero en saberlo, y no había reprochado nada porque no había nada que reprochar. Calum solo quería la felicidad de Luke porque era su amigo y siempre vería por su bien. Lo apoyó cuando decidió decírselo a sus padres, lo espero en medio de la noche y el frío en la esquina de su casa solo para que supiera que estaba ahí. Lo acompañó cuando se lo dijo a los chicos. En todo momento siempre estuvo él, junto a Luke contra todo pronostico sin importarle a quién pasar por arriba.

            ¿Y ahora? Luke tenía novio, tenía pareja, y él sentía como si una extremidad importante de su cuerpo hubiera sido extraída de tajo de él. Era una sensación tan confusa.

            En un principio había pensado que le molestaba de cierta forma que Luke le gustaran los hombres, pero la rechazó inmediatamente porque era absurdo; Luego imaginó que era miedo a ser reemplazado de alguna manera, que Luke se olvide de él por estar en esta etapa de amor ciego. Esa opción no la había descartado, era una de las más seguras, su terror era perder a su mejor amigo por su novio. Ser desterrado de la pequeña lista de prioridades de Luke. Otra fue que su novio, Patrick como se había enterado el mismo día, fuera un imbécil que solo buscaba aprovecharse de Luke. Cosa que descartó porque conoció a Patrick, y era amable, dulce, atento y miraba al rubio como un objeto preciado de porcelana.

            El día que conoció a Patrick, mismo día que se dio cuenta que éste en serio quería a Luke, también se dio a conocer la verdadera razón por la cual se sentía tan mal desde la noticia: Celos.