Titanio azul

Tripulacion: III

-Datos cartográficos y recompensas por criminales... Bien, eso serán 136 créditos. ¡Gracias por su operación, piloto! ¡Sigue así!

-¿¡Solo 136 malditos créditos!? ¿¡Estás de coña!?- Valeria Templestone le pegó una patada a la máquina de recompensas de la estación Poseidón.

-Tranquila, fiera. Así no te vas a llevar mas créditos.- La voz de un hombre asustó a Valeria, que se dio la vuelta de golpe. -¿Con que recompensas de criminales? Hm... ¿Que criminales?

Valeria sacó del bolsillo unos dispositivos metálicos que proyectaron unos hologramas con las caras de los criminales más buscados del espacio aéreo de Mercurio. Joel Keith, Samuel Carson y Ramona Terin.

-¿Y como te llamas?- Pregunto el hombre, sin cesar de insistir.
-Valeria, y tengo novio, guapo.
-¿Valeria, eh? Nombre exótico.- Dijo con claro desánimo al escuchar que Valeria tenía novio. La verdad es que no tenia, pero se estaba cansando.

Se quedaron los dos sin decir nada durante unos segundos que para Valeria fueron eternos, y ella decidió seguir sin rumbo hacia delante. Le apetecía algo con alcohol. Esos 136 créditos no se iban a gastar solos.

-Para haber acabado con esos canallas se necesita habilidad.- Ella resopló. Estaba obviamente cansada, y no quería esconderlo. -Tengo unos amigos en el gobierno y están buscando una pistolera para la nave esa, la Persephone. ¿Sabes cuál digo?- Pues claro que lo sabía, todo el sistema solar lo sabía.

A Valeria se le iluminó la pálida cara y sonrió. <<Intenta no parecer una colegiala emocionada>> pensó la Venusiana para si.

-Eh... ¿y por alguna casualidad has pensado en mí?- Dijo la chica concentrándose en conseguir la mejor cara de póker.
-Si, serían un par de llamadas.
Valeria le sonrió y salió con dirección a su apartamento. Antes de perderle de vista le tiro un tubito de metal, que contenía su información personal.

-Llámame si es un sí.
Valeria sabía que era un si.

¡Y seguimos! Me estoy enamorando de esta historia. Igual hago un poco más, en plan 2 de la otra y 1 de esta. Hasta entonces, ¡Hasta la próxima!