capitulo 9 nada a cambio

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Sentir la brisa correr por todo tu cuerpo, la sensación de querer seguir solo por esa chispa en ti, por sentirte viva y no poder entender porque las demás personas no se toman el tiempo de ver lo que les rodea, no se toman el tiempo en valorar lo que tienen en disfrutar de esos pequeños momentos que la vida nos da. Las personas tienen una rutina que por lo cual no se dan el lujo de ser felices de hacer lo que realmente uno quiere, lo que realmente uno desea, piensan que tienen que seguir la misma rutina que vemos y que desde chicos nos han enseñado, pero saben que, eso no es así, tú tienes que formar el ciclo que tú quieras que tu decidas. Solo sabemos de esta vida y solo hay una vida y si en ella no la disfrutas no haces lo que quieres, no servirá de nada si solo te la vives con el "hubiera".

- perdóname, en la mañana no debí dejarte sola no debí irme no fue lo correcto, pero tú tenías que ver las cosas que estaban pasando yo no te podía aconsejar esta vez -

- lo sé, gracias... - dije en suspiro y ella asintió. Era lo que me gusta de nuestra amistad que la una y la otra nos damos nuestro espacio cuando vemos que la otra lo necesita.

- dime qué es eso de que Alexander está aquí y qué es eso de que estabas en un campo acuático -
- estuve con el que es mi psicólogo y me ayudó bastante para hacerme ver que necesito darme una oportunidad sin afectar a segundas personas, me inscribí en un campo deportivo acuático y hay fue donde lo vi de espaldas con ese lunar que me mata - dije enojada por lo último

- que bien que lo llamaras el mejor que otro te puede aconsejar y que bueno lo del campo pero ahora dime exactamente lo de Alexander - dijo y comencé a describirle como sucedió todo.
- No es posible Sofía -
- no es posible... - repetí regresando al estado de shock
- mira talvez por coincidencia tengan el mismo lunar no es que el... -

- no Natalia es el, lo sé, desde que lo vi me pareció conocido, sus ojos su manera de verme todo da a el, de dónde explicas sus cambios de humor con André, de dónde - le interrumpí

- porque no me habías dicho que desde que lo viste sentiste algo conocido en el -
- porque no estaba segura solo sabía que esos ojos eran los mismos que de chica me volvían loca. - susurré
- lo acabo de comprender todo..- dije

- Sofi... - susurro
- no comprendo porque se aleja porque me aleja -
- no te quiere lastimar tu harías lo mismo - dijo
- no, yo lucharia por el por el reencuentro. En el campo no le pude decir más por miedo a que el no sea, pero viendo todo más claro se que es Alexander - dije decidida

- yo también ya lo sé, pero si el hace eso es por algo que no quiere - dijo

- Alexander fue lo mejor que me pudo pasar en ese infierno -
- Sofía se que no es necesario que te lo diga pero tienes mi apoyo incondicional - dijo dandome una sonrisa. Sonó mi celular lo tome y era André
- podemos vernos - dijo y suspiré

- es lo mejor -
- paso por ti en veinte minutos -
- no lo mejor es vernos en la cafetería- dije
- está bien, donde quieras - dijo y colgué
- que fue eso - dijo Nat

- no sé qué hacer con el no puedo hacerle esto pero también quiero intentar -
- no puedes estar con él cuando sabes que Alexander puede que esté cerca - dijo
- pero si estamos mal y el no es quien parece, si solo es coincidencia - dude

- mira no creo que alguien pueda tener el mismo lunar en el mismo lugar y los mismos ojos - dijo

- ahora ya soy yo quien está dudando -

- mira tenemos que investigarlo ya han pasado 12 años la última vez que lo viste eran apenas unos niños -

- si pero algo más me dice que el es Alexander - dije y camine a mi habitación, busque unos jeans de mezclilla y me puse un top blanco con unos Vans azules me hice una cola alta y puse un poco de loción y salí de la habitación

- haber qué hago con André...- susurro

- más bien con tu novio - dice con burla
- Natalia no empieces - murmuro
- sabes que es broma -
- me voy nos vemos luego - digo antes de salir. Empiezo a caminar hacia el café y voy recordando cada momento con Alexander...

- ¡¡maldita mugrosa como te atreves!!- grita
- lo... lamento... no lo quería manchar... - digo con lágrimas en los pómulos
- te vas arrepentir- me toma del brazo con fuerza y me saca del salón, me lleva al patio y me avienta en el lodo  con fuerza, caigo de rodillas provocando que el lodo me llegue a la cara

- ¡maldita puta veras ahora quien manda!- grita agarrando un látigo de la barra de atrás
- no.. por favor... no.. -  digo con las lagrimas recorrer todos los rincones de mi cara
- maldita perra como te atreves hablarme -  dice y se escucha el primer azote que me da, segundo azote, tercer azote, cuarto azote y cierro los ojos no puedo más.. Ya no puedo más.. malditos perros me las pagarán, me paralizo y sólo siento el tremendo dolor y ardor en mi columna no logro escuchar otra cosa más que los azotes que me da, de repente dejo de escuchar los azotes y aparece el tremendo y maldito dolor en toda mi columna, abro los ojos y hay esta el, Alex, le está pegando en las costillas mientras que otro lo está azotando con el látigo.
- No.. déjalo.. por favor... - suplicó desde donde estoy no logro moverme, no logro hacer nada...
- Tu te Callas perra Agrádese que este cerdo es tu conejo - grita y lo deja tirado se va por la puerta trasera y se escucha como es que nos encierra con candado.
- Alex.. Alex... Alexander... - murmuró
- Sh no hables aquí estoy princesa - susurra en un hilo de voz
- Ya no puedo - susurró
- que no puedes - susurra
- ya no puedo más, no puedo verte así ni puedo verme así -
- perdóname - murmura
- No entiendo... -
- perdóname. Yo juré sacarte de aquí juré que no recibirías un golpe más, perdóname princesa - dice y como puedo logro pararme y voy a donde él está, me inclino y me acuesto a lado de el
- No me pidas perdón, no lo hagas perdóname tu a mi, si no fuera por mi tu no recibirías esos golpes -
- yo los recibí porque prefiero que me los den a mi a que tú estés marcada de tu hermoso cuerpo y los otros son porque me quieren separar de ti y yo  no puedo - murmura y me mira a los ojos con cariño
- Alex.. te amo - susurro y el me muestra esa hermosa sonrisa que me mata
- princesa no sabes cuánto te amo - dice y me da un casto beso en los
labios

Entre al café, André se encontraba sentado mirándome desde la última mesa, di un suspiro y caminé hacia el
- hey -
- hola- respondí y el se paro de inmediato para abrazarme pretendía darme un beso y me giré se perfectamente que esto no es bueno, tengo que aclarar la situación de todo esto ahora
- tenemos que hablar - dijimos juntos tome asiento enfrente de el y suspiré por milésima vez.
- se que cometí el error de hacerlo público, pensé que te agradaría perdóname- dijo con un destello de tristeza en la mirada
- No no pidas perdón fue muy lindo pero fue muy rápido y no me pareció para nada agradable que lo hicieras públicamente -.

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