Cafeína

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Te comparo a una blanca taza de café, tan simple por fuera, pero llena de vida en su interior.
Qué en el momento que te empiezan a consumir, quieren más y más de ese grato olor.
Eres como el despuntar del alba en este oscuro corazón, cada vez que te veo, debido a tu hermosura se me nubla la visión. Resplandeces tanto que las estrellas estallan en llanto y locura, al ver tan grande persona y saber que nunca estarán a tu altura.

Eres la vida a mí cuerpo , el hermoso sol al amanecer, eres el azúcar para mi café, y por consiguiente la persona idónea para mi ser.

Cada día siento que dependo más de tu compañía, la cuál está lejos de mí y por ella cualquier cosa daría. Te necesito cerca de mí para dedicarle a tus oídos ésta amorosa poesía, para llegar a tu corazón como el suave aroma de la manzanilla.

Que éstos mis poemas sean como aroma para tus días fétidos, para que olvides tus problemas que hacen que tu ser se sienta estúpido.

Que llenen de alegría tus mañanas y tus noches, para que en ellos un caudal de risas y alegrías derroches, que sientas el amor en su plenitud, y con ello que metas tus malas vibras en un ataúd.

Quisiera tenerte cerca y dedicarte esto al oído, acompañado de una taza de café y para ti unos majestuosos lirios. Demostrarte mi amor por ti y tu forma de ser, ese hermoso parecer que a cualquier hombre podría enloquecer.

Con esto me despido, sufriendo en mi interior cruelmente, por no tenerte en mi vida y sí sólo en mi mente, por esos insomnios que me hacen morir lentamente, sabiendo que mañana no será otro día diferente.

J.Ro.v

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