Esta es la simple historia de dos amigos, de dos cómplices de toda la vida, de dos luces que se encontraron, brillaron y volvieron a separarse.
Porque Peter Pan eligió a Wendy y eso lo alejó de su Tinkerbell.
Y aunque esto perdurara mucho tiempo, y...
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Los finales felices son casi obra de magia, de infinitas casualidades, golpes de suerte, destino, tal vez. Pero no son algo diario.
Esta fue la historia, quizás triste historia, de dos almas perfectas la una para la otra, dos seres que sonrieron juntos y se amaron de una manera que la vida no pudo soportarlo y terminó separándolos. Era un cuento de hadas inconcluso, que no podía terminar bien, que no podía, por más que se quisiese, tener un final feliz.
Pero tal vez sí lo hubo. Ella estaba con alguien que la quería inmensamente, lo único que tenían que hacer era cultivar su amor. Tinkerbell superaría a Peter Pan, debía hacerlo, ahora su felicidad descansaban en algo más seguro e ideal para ella.
Jongdae no podría olvidarla, ese era su castigo por haber herido al hada más delicada que se le confió. La tuvo tan cerca, pero no se dio cuenta en el momento, así que el único recuerdo que atesoraba con tanto fulgor era el beso que robó.
Beso que quedaría grabado para siempre en él, porque fue cuando la sintió más cerca.
Su Tinkerbell ya había crecido, conocido el mundo y seguido sin él. Y eso tenía que aceptarlo.
Fin.
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