~~~UNA VISITA PARA LA REINA~~~
El calabozo era un lugar deprimente. La luz, escasa, titilaba desde las antorchas atornilladas en las paredes de piedra. Gotas de agua hedionda provenientes del foso que bordeaba el palacio caían desde el techo. Ratas de gran tamaño se perseguían entre sí por el suelo para buscar comida. Este no era el lugar para una reina.
Era pasada la medianoche, y todo estaba en silencio, excepto por algún que otro ruido de cadenas. A través del silencio profundo, el eco de unas pisadas resonó en los pasillos mientras alguien bajaba por las escaleras en espiral y entraba en el calabozo
Una joven apareció al pie de la escalera, cubierta de pies a cabeza con una capa larga color esmeralda. Atravesó la fila de celdas con cuidado, despertando el interés de los prisioneros que se encontraban dentro. Con cada paso que daba, su caminata se hacía cada vez más lenta, y su corazón latía cada vez más rápido.
Los prisioneros estaban ubicados según el crimen cometido. Mientras más se adentraba en el calabozo,más crueles eran las personas encarceladas.
La joven tenía la vista puesta en la celda que se encontraba en el final del pasillo,dónde un prisionero de especial interés estaba bajo la custodia de una numerosa guardia privada.
Había venido para hacerle una pregunta. Era una pregunta simple, pero no podía evitar pensar en ella todos los días; la mantenía despierta por las noches y era con lo único que soñaba cuando lograba dormirse.
Había una sola persona capaz de darle la respuesta que necesitaba, y esa persona estaba en el otro lado de la prisión, detrás de las rejas.
-Quisiera verla - le dijo la encapuchada al guardia.
-nadie tiene el permiso para hacerlo- respondió el hombre con un tono un poco burlón -tengo órdenes estrictas de la familia real.
La joven dejo caer la capucha y descubrió su rostro, tenía la piel blanca como la nieve, el cabello negro como el carbón y los ojos verdes como el bosque. Su belleza era famosa en todo el reino, y su historia era conocida mucho más allá de sus fronteras.
-¡Su majestad, perdóneme por favor!-se disculpo el guardia, sorprendido. Se apresuró a hacer una reverencia exagerada-. No esperaba que vi iera alguien del palacio.
-No es necesario que se disculpe- replicó ella-. Pero no le cuente a nadie sobre mi presencia aquí esta noche.
-Por supuesto- dijo el guardia asintiendo con la cabeza.
La mujer se paró frente a las rejas, esperando que las levantara, pero el guardia vaciló antes de hacerlo
-¿Estas segura de que quiere entrar ahí, su Alteza?- preguntó el soldado-. Nadie sabe lo que ella es capaz de hacer.
-Debo verla -respondió la mujer- sin importar el riesgo.
El guardia comenzó a girar una gran palanca circular, y las rejas de la celda sé alzaron. La mujer respiró profundamente e ingresó a otro recinto.
Recorrió un pasillo más largo y oscuro que los anteriores, dónde, a medida que avanzaba, varias rejas se alzaban y volvían a cerrarse después de su paso. Finalmente, atravesó la última, llegó al final del pasillo, y entro en la celda.
El prisionero era una mujer. Estaba sentada en una banca en el centro de la celda, con la vista fija en una ventana pequeña. Espero unos minutos antes de notar la presencia de la visita detrás de ella. Era la primera vez que alguien la visitaba, y supo quien era sin tener que mirarla; solo podía tratarse de una persona.
ESTÁS LEYENDO
La Tierra de las Historias: ~~El Hechizo De Los Deseos~~
AdventurePD: Este libro no es mío, solo me estoy tomando el trabajo de transcribirlo para que otra gente lea, El autor original es Chris Colfer. ¿Y si los cuentos de hadas fueran algo más que una historia mágica? Alex y Conner Bailey viajan a un mundo en do...