CAPITULO 3

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~~~UNA SORPRESA DE CUMPLEAÑOS~~~

-Dejen de escribir- ordenó la señora Peters desde la frente de la clase. Los alumnos estaban haciendo un examen de Matemáticas, y los había estado observando todo el tiempo como si fuera el guardia de una cárcel-. Pasen sus exámenes hacia el frente.

Conner miró la hoja como si estuviese escrita en jeroglíficos. La mayor parte de sus respuestas estaba en blanco y había garabateado el resto para que pareciera que había intentado responder. Se dijo una plegaria corta para sus adentros y pasó el examen hacia adelante junto con el de los demás.

Le entregaron todas las pruebas a Alex, y las acomodó en una pila ordenada para la señora Peters. Siempre se sentía como nueva después de dar un examen, especialmente cuando se trataba de uno tan fácil como este.

El examen de su hermano le llamó la atención, ya que, de toda la pila, era la hoja que estaba menos escrita. Alex sabía que Conner siempre intentaba dar lo mejor de sí en la escuela, pero su esfuerzo no parecía ser lo suficientemente bueno. Se dio la vuelta y lo miro, deseando poder ayudarlo... y de repente se le ocurrió algo: tal vez podía hacerlo.

Alex miro a la señora Peters y notó que se encontraba ocupada, observando las anotaciones de su plan de clase.¿Se daría cuenta si completaba un par de preguntas en el examen de su hermano?¿Era capaz de hacer algo que estaba tan terriblemente mal?

¿Era considerado como copiarse si uno respondía todo en la prueba del otro?¿El gesto bondadoso anularía el hecho de que estaba haciendo algo incorrecto, en el gran esquema del universo?

Alex tendia a sobreanalizar todo, por lo que decidió simplemente hacerlo; completó con rapidez algunas de las respuestas de su hermano, usando una caligrafía un poco más torpe de lo que solía ser la suya, y le entrego la pila de exámenes a la señora Peters.

Fue la cosa más espontánea que había hecho en su vida.

-Gracias, señorita Bailey -dijo la señora Peters, haciendo contacto visual con ella.

Alex sintió que el estómago le daba un vuelco. La adrenalina que había sentido debido a su impulso ahora se encontraba eclipsada por la culpa.

La señora Peters siempre había confiado en ella; ¿cómo puedo hacer algo tan infantil?¿Debería confesar lo que había hecho?¿Cuál sería el castigo por su crimen?¿Se sentiría así de culpable por el resto de su vida?

Se dio la vuelta y miro a su hermano. Conner soltó un suspiro largo pero silencioso, y Alex percibió la tristeza y la vergüenza que sentía su mellizo; incluso la podía sentir como propia.

Los engranajes del pensamiento crítico de la cabeza de Alex se detuvieron. Sabía que había hecho lo correcto, no como alumna, sino como hermana.

-Quiero que tomen la tarea sobre los cuentos de hadas que tenían que hacer la clase pasada -ordeno la señora Peters-, y que hagan una presentación breve sobre su ensayo frente a la clase.

Era habitual que la maestra sorprendiera a sus alumnos con presentaciones improvisadas para mantenerlos atentos. Tomó asiento en una silla que estaba en la parte de atrás del aula, incómodamente cerca de Conner, para así poder vigilar su estado de conciencia.

Uno por uno, los chicos presentaron sus ensayos frente a la clase. Con excepción de un niño que pensaba que Jack y los frijoles mágicos trataba sobre una abducción extraterrestre y de una niña que aseguraba que El gato con botas era uno de los primeros ejemplos de un caso de crueldad animal, el resto de los alumnos parecía haber interpretado los cuentos de manera correcta.

La Tierra de las Historias: ~~El Hechizo De Los Deseos~~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora