capítulo 21

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( Lucía )

Cuando Carlos me abrió la puerta me quede sorprendida, tenía los ojos rojos perecía que hubiese llorado y unas ojeras algo notables me había quedado bastante impactada, no era normal esa imagen de él se podría considerar hasta antinatural

- Que pasa? y ese perro? -me dijo Carlos un tanto sorprendido 

- Me lo he encontrado en el parque, estaba abandonado y con sangre en la pata para mi que le han pegado y luego lo han abandonado y no lo podía dejar ahí tirado y mis padres no me dejan tener mascotas y se me había ocurrido que a lo mejor tu te podrías acogerle mientras intento convencer a mis padres para poder quedármelo 

- Claro, me encantan los perros, me puedo hacer cargo de él hasta que tus padres te dejen -me dijo con una sonrisa cansada-

- Y otra cosa, vale que es muy pronto y eso pero tu ni dormido tienes ese aspecto, que te pasa? 

- Ven entra -me dijo Carlos echándose a un lado de la puerta-

Llegamos al sofá y me senté mientras tenía al cachorro en brazos, me ofreció si quería tomar algo, la verdad es que no me apetecía nada así que se sentó conmigo y mas de cerca podía verle como apagado, sin esa chispa suya 

- Que te pasa ? -le volví a repetir la pregunta- 

- Que no puedo aguantar mas esto -dijo desganado-

- El que? -dije yo extrañada- 

- ¿Tu has sentido cuando as querido mucho a una persona pero no sabes si le eres correspondido o no y por miedo a no cagar una amistad te callas mientras sufres por dentro por no poder ser algo mas con esa persona?

- Y quien es esa persona?  a lo mejor si se quien es te puedo decir si le gustas o no, teniendo en cuenta que le conozca claro -no sabía que decir y ahora que me paro a pensar sonaba demasiado cotilla- no quiero parecer cotilla sabes que lo hago para ayudar 

- Si, lo se gracias -entonces ladró el cachorro- ahora que lo pienso, este pequeñín no tiene nombre cual le ponemos? 

Estuvimos un rato pensando y nombrando algunos nombres pero o no nos gustaban o sonaban demasiado típicos 

- Que tal si le llamamos Atreyu -sugirió Carlos- 

- Vale, además tiene cara de llamarse así -dije con una sonrisa, volvió a ladrar repetidamente- 

- Suéltalo haber que quiere -dijo Carlos, lo solté y acto seguido fue camino a la cocina-

- Para mí que tiene hambre -dije yo- 

- Si, pero a mi no me queda comida de perro -dijo Carlos bostezando- 

- Es verdad, donde esta tu monstruito - dije yo preguntando por su perro-

- Está arriba, que hoy como tiene toda mi cama para él solo pues esta durmiendo como un rey -dijo riéndose un poco- 

- Vale -reí- entonces voy en nada a la tienda y cojo algo de comida para él ahora vengo 

Me despedí y salí hacia la tienda que hace media hora que ya estaría abierta, mientras iba de camino a la tienda no paraba de darle vueltas a lo que antes me había dicho Carlos y menos mal que gracias a Atreyu se ha desviado el tema porque yo no soy muy buena dando consejos amorosos y menos en esa situación iba pensando y pensando y me derrumbé necesitaba hablar con alguien así que llamé a Rocio

- Dime guapa -me dijo Rocío- 

- Estás ocupada? 

- No tranquila, estaba terminando de colgar un cuadro pero puedo atenderte, que pasa? 

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