Capitulo 22

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Capítulo 22

JACOB

-ponle esta pomada y en una semana se encontrará en perfectas condiciones ¿si?-dijo el veterinario sonriéndole a Scarlett

-¿no tiene ningún hueso roto?-dije viendo a esa bola de pelos

-no, son heridas superficiales-dijo el, acarició su cabeza y sonrió-debe tener un mes, será mejor que lleves leche para el-

-en la casa tenemos-dijo Scarlett y sonreí

-perfecto, dale esa leche, le hará sentir mejor-dijo el veterinario. Salimos de ahí con la bola de pelos en las manos de Scarlett, fuimos al supermercado y nos dirigimos a la sección mascotas. Compramos lo necesario y volvimos a casa, ella fue a descansar mientras yo acomodaba todo lo necesario para que la gata este cómoda durante la noche. Al terminar me fui directo a dormir.

***

NATASHA

Las alarmas me estaban volviendo totalmente loca, sentía los zumbidos en mi cabeza, la apretaba con fuerza para que parara pero no lo hacía, el dolor cada vez era más punzante. Lágrimas de desesperación corrieron por mis mejillas, empecé a caminar sin sentido, llegue a un pasillo donde nunca había estado pero las alarmas, gritos y risas habían cesado en este lugar. A lo lejos se escuchaba todo un bullicio del cual yo trataba de escapar. Sonreí al fin paz, empecé a buscar por donde volver pero cada vez me perdía más, hasta que encontré una puerta, interesante, empuje y esta se abrió, levante la cabeza "salida de emergencia" bingo, no era lo que buscaba pero era una oportunidad que me daba el destino, podía escapar sin que nadie lo notase por el momento. Escuché pasos a la lejanía, abrí la puerta sin dudarlo, mi encontré con una escaleras viejas, desde las escaleras no se podía volver a abrir la condenada puerta. A paso tembloroso empecé a bajarlas, existía una poca iluminación, apretaba con fuerza la baranda, y a mientas llegue al final de las escaleras, baje unos tres pisos, me encontré con un pequeño salón y un pasillo parecido a un túnel. El miedo recorría mis venas, pero el deseo de salir de este psiquiátrico era mayor, empecé a caminar con mucho cuidado de no lastimarme, si me pasaba algo iba a morir en este lugar. Llegue a unas gradas, era interesante, cuando las subí me encontré con una puerta inclinada hacia arriba, traté de abrirla y está cedió, pero no lo suficiente como para pasar por ese agujero. Después de diez minutos de pelear con esa puta puerta, logre romperla, salí y respire aire fresco al fin, detrás de mi se alzaba una gran edificación, estaba deteriorada por el tiempo, no era nada igual como cuando había llegado a este lugar. Camine hacia delante, yendo hacia los árboles qué tan bien conocía, tanto tiempo viéndolos, camine por horas hasta que llegue a una especie de carretera. Se notaba que no era muy transitado, a mi cabello la hice una trenza a un lado, odiaba la humedad de este lugar, camine por la orilla de la carretera, a lo lejos se veía una ciudad. Estaba cerca de la cuidad, no estoy segura que cuidad pero era una cuidad, solo sabia que me encontraba en el estado de Virginia. Camine por horas, bueno yo lo sentí de esa manera, mis pies ya dolían, si no salía pronto de este lugar iba a llorar. Estaba anocheciendo y este lugar era realmente tenebroso, unas luces aparecieron, sonreí cuando se fueron acercando hacia mi. El auto fue desacelerando, una joven pareja apareció en el interior del vehículo.

-¿señora se encuentra perdida?-dijo la muchacha dentro del auto. Asentí con la cabeza, mi boca estaba seca y no podía hablar

-¿necesita que la llevemos a la ciudad?-dijo ahora el joven que se encontraba al lado del conductor.

-serían las personas más bondadosas que hubiera conocido en mi vida-dije sonriendo y la chica sonrió

-¡pase! Está anocheciendo y está empezando a hacer frío-dijo él chico. Entre a la parte trasera del vehículo, ellos iniciaron una conversación, me preguntaron cosas sin importancia. Me contaron que estaban volviendo de un campamento que habían montado con varios de sus amigos, pero algo había salido mal y ellos tuvieron que volver a la cuidad. Pasaron unas dos horas y llegamos a una mansión realmente enorme, era un lugar precioso, entramos en la edificación y se escucharon ruidos, pisadas para ser exacta. Al inicio de las escaleras apareció un niño de 5 años máximo, que sonrió y corrió a través de ellas. La muchacha que se llamaba Brooklyn, se puso de cuclillas, estiró sus abrazo y cuando llegó a ella el niño lo abrazó con fuerza

-¡mami! ¡Al fin llegas! ¡Odio a Roberta! Esta loca-dijo el niño a su madre

-mi niño precioso, ¿no deberías estar ya en la cama?-dijo Brook y el niño asintió con su pequeña cabeza

-estaba esperándolos-dijo y se soltó de su madre para abrazase a las piernas de su padre

-bueno campeón es hora de dormir-dijo tomándolo en sus brazos y subiendo por las escaleras

-bueno Natasha, quédate esta noche a dormir y mañana vemos que hacer, podría acompañarte a sacar tus documentos personales-dijo ella sonriendo

-sería muy amable pero realmente no quiero ser una molestia para ti Brooklyn-dije, además tenía que llegar a Boston. Ahí se encontraba ese idiota y me las iba a pagar, iba a cazarlos lentamente a cada uno de ellos.

-no se preocupe, acompáñeme-dijo ella subiendo las gradas de la escalera que tenía un pequeño balcón al final de las mismas. Cuando llegamos a la habitación no había palabras suficientes para describir lo precioso que era el lugar. Me enamoraba, Brook me dejo lista para dormir, salí a su pequeño balcón y vi la hermosa vista, la ciudad era hermosa, todavía seguía sin saber donde estábamos exactamente.

Oscura Tentación [2° T.P.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora