Royal Love & Society™ [HyunIn]

Our Love; Epilogue

---- ¡Por el amor de dios, Joven Hwang, dime que el pastel llegará pronto! ¿Y el Rey y la Reyna?
¡Ay, tu corbata está chueca! --- Hyunjin rió animadamente al sentir las manos de su chofer en su cuello acomodando su ropa para que todo quedará perfecto y en su lugar, como decia SeokJin

--- Tranquilo Jin, pareciera que fueras tú quien te fueses a casar, estás mucho más nervioso que yo --- Se burló alegremente --- ... Y si, todo está en orden, el pastel llegará a las 10:00 al jardín, mis padres deben estar por ahí, pobablemente mi madre este como tú --- Sonrió --- Pero te agradezco que te preocupes --- Habló contestando lo que su chofer había preguntado con anterioridad.

--- Por favor, apurate que se te hará tarde para llegar y no quiero que ese pobre y adorable chico que te soporta se preocupe --- Resopló el mayor, ganandose una sonrisa del principe, para después dejar la habitación.

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Las personas comenzaban a llegar, muchos rostros que no conocía se hacian presentes y algunos antes vistos le sonreian de forma alegre.

Sus manos sudaban y, mientras las tallaba simultaneamente a su pantalón perla, juraba que no podría estar más nervioso en otro punto de su vida como lo estaba hoy.

--- Hijo, por favor, vas a desgastar esa tela y mira que nadie ha sido capas de hacerlo --- Sonrió la mujer acercandose a Jeomgin, quien se sonrojó ante el comentario --- Hyunjin esta afuera, los invitados han llegado ya. Será mejor que entres a la casa ha esperar tu turno de salir --- Afirmó tomando la mano del chico y llevandolo dentro comprobando ahora el por qué se tallaba la manos insaciante.

El viento no sopló ese día y el sol estaba en su punto tenue que tanto le gustaba, le recordaba tanto a las tardes en que Jeongin se sentaba en el ventanal del despacho a observar el jardín, tanto que el simple recuerdo lo hizo sonreir. Simplemente no podía creer lo bien que se sientiría casarse cuando antes simplemente lo aborrecia, pero es que Jeongin era lo que buscaba y que sin pedirlo llegó un día a su puerta.

Los invitados de pie y la marcha nupcial lo sacó de su trance para volverse al no tan largo camino frente al altar. Su corazón dio un vuelco y sintió que se saldría de sí por lo rápido que latia.

Jeongin caminaba de la mano de su padre hacia él, tan radiante en ese traje perla que contrastaba con su smoki negro, tan perfecto con esa sonrisa que podría observar días, meses, años... eternidades.

Este momento parecia tan irreal, tanto que las palabras del señor Yang resonaron una y otra vez en su mente cuando las manos de su amado estaban entre las suyas

"Hazlo feliz, tanto que puedas verlo através de sus ojos todos los días"

No sabe cuanto tiempo estuvo perdido trantando de confirmar que todo era real, que las manos de Jeongin estaban temblando mientras trataba de colocar la pieza brillante sobre su dedo y su dulce voz diciendore que lo amaba era realmente cierta, solo sabe que ahora tenía que recordar esa plegaria que había escrito días atras mientras en su mano sostenía un anillo dorado el cual colocaría en el dedo del más bajo para sellar su promesa.

Sus miradas se encontraron por un segundo cuando toma la pálida mano y el anillo se situó en la punta del delgado dedo...

"Si un día me hubieran dicho que iba a enamorarme de alguien tanto como lo estoy de tí, simplemente no lo hubiera creído. Si me hubieran dicho que hay personas en esta vida que pueden cambiar tanto tu mundo, yo hubiera dicho que es una tonteria. Sin embargo tú llegaste a romper todo a mi paso, con tu bella sonrisa y manera tan atenta de ser, con tu sinceridad y calidad. Y juro que te amo tanto que si tuviera que dejar mi vida de lado por tí, lo haría.
Yang Jeongin, yo, Hwang Hyunjin, prometo amarte y respetarte todos los días de mi vida, hacerte feliz siempre, estar contigo en la tristeza y la enfermedad, prometo que a mi lado nada te faltará, te prometo que seremos la mejor pareja que alguna vez el mundo haya visto, porque no hay pareja en el mundo que se ame con tanta intensidad como nosotros"

Sus labios se unieron delicadamente y las lagrimas del menor bañaron las mejillas del principe, su sonrisa se ensanchó cuando pudo tomar las mejillas ajenas en su manos y sentir que todo era totalmente real.

Tan real y tan puro como la persona frente a él. Tan simple y tan complicado como amar. Tan inquebrantable y magnifico como ellos juntos.

FIN~

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Muchas gracias por haber abierto este fic y llegado al final de la historia.
💕