One Shot

618 88 6
                                    

Pov Jennie

Recuerdo mi primer beso, sin embargo me gustaría olvidarlo y que eso nunca hubiera pasado.

Tenía doce años cuando me encontraba en receso jugando con mis amigas verdad o reto.

Cuando llegó mi turno sin duda alguna elegí "reto" ya que quería demostrar mi "valentía"... Que estúpida fuí.

Me retaron a besar a un niño del cual apenas me acuerdo, quién según llevaba meses "enamorado" de mi. Quería retractarme, sin embargo mi orgullo pudo más.

Lo empezamos a buscar por el colegio hasta que una amiga lo encontró y mis esperanzas de que ese beso nunca pasara se desvanecieron.

Se encontraba con sus amigos a la mitad de un partido de baloncesto y como si la vida me odiara, pidieron "tiempo fuera".

Mis amigas no perdieron el tiempo y prácticamente me empujaron hasta llegar con él, una vez que estaba a su lado sabía que no había marcha atrás, así que solo tomé aire y lo besé.

Fue un beso muy breve en donde apenas se tocaron nuestros labios, él definitivamente no se lo esperaba, estaba completamente rojo y apestaba a sudor, el cual no dejaba de caer por su cabello.

No, no era así como me imaginaba mi primer beso, porque, aunque sea difícil de creer, yo de verdad quería que mi primer beso fuera especial.

Todos se nos quedaron viendo, sus amigos, mis amigas y uno que otro niño que pasaba por ahí.

Y como si un beso me hubiera condenado de por vida, desde ese entonces se me empezó a crear una mala fama.

Empezaron a decir que él y yo no solo nos besábamos, que teníamos sexo por las tardes, por eso siempre regresábamos juntos a casa, aunque solo fuéramos niños, lo que no sabían, era que éramos vecinos por eso regresábamos juntos y para echarle más leña al fuego, él niño y yo nos hicimos novios, ¿por qué? Porque yo de verdad era una estúpida.

Mi mala fama creció y como si fuera algo que debía hacer, con el tiempo empecé a salir con todos los chicos que se me cruzaran.

Convirtiéndome en una zorra para la sociedad estudiantil.

Y aún así, mi maldito orgullo no me dejó echarme para atrás.

Alumnos, maestros, incluso padres de familia... Me terminé convirtiendo en lo que ellos querían.

Un beso, un maldito beso me condenó de por vida.

Ya no les veía nada, al menos nunca en todos esos años había sentido algo "especial" con un beso.... Hasta que Jisoo apareció, mejor dicho, hasta que Jisoo me besó...

Jisoo, una chica que conocí a los quince años en el colegio. Nunca hablamos en realidad, ella siempre estaba con su "amiga" y yo en problemas como siempre.

Era popular, pero no para bien, siempre tenía una actitud demasiado infantil, todo el día se la pasaba riendo y jugando y, mientras para unos era insoportable, para mí era envidiable... Se veía feliz, muy feliz.

Solo estuvo dos años en mi colegio ya que una vez que se descubrió que su "amiga" en realidad era su novia, muchos la empezaron a atacar hasta que no soportó más estar ahí.

La última vez que la ví antes de que se fuera, fue una situación muy intensa, en donde ella estaba llorando en el baño con una navaja a punto de cortar sus venas, esa felicidad que tanto envidiaba había desaparecido.

Como pude le quité esa cosa y la saqué del colegio para que estuviera horas llorando abrazada a mi en medio de un parque en el que todos se nos quedaban viendo.

Una vez caída la noche me dió las gracias y desapareció, como si nunca hubiera existido.

Nunca le conté a nadie lo que pasó, se convirtió en un recuerdo, el cual es de los más valiosos para mí.

Porque desde el momento en el que la encontré en el baño, hasta el momento en el que desapareció, nunca me vió como las demás personas, en su mirada pude ver qué pedía ayuda a gritos y al final noté un gran agradecimiento.

No me miró con rechazo, con lujuria, con envidia...

Puede que ese día ella haya estado agradecida conmigo, pero me ayudó mucho más de lo que yo la ayude.

El tiempo pasó y la Universidad no era para nada diferente, al contrario, las cosas parecían empeorar.

A pesar de todo, de que parezca que no me importa lo que las personas piensen de mí, no soy de piedra y me duelen sus comentarios, me duelen los rumores y me duelen las apuñaladas en la espalda que mi "amigas" me dan.

Así que me encontraba detrás de uno de los edificios del colegio intentando no llorar, alejada de todo lo que me afectaba.

Escuché que alguien se aproximaba así que saqué un cigarrillo y lo encendí para empezar a fumar, otra cosa que odiaba hacer.

Gran sorpresa me llevé al encontrarme con Jisoo, aunque ella no se veía muy sorprendida.

Perdí la noción del tiempo hablando con ella.

Nunca creí que ambas estuviéramos en la misma Universidad, al parecer ella ya me había visto antes por el campus, por eso no estaba tan sorprendida de verme.

Y una vez más, nos cayó la noche.

Jisoo había logrado que mi día no fuera tan horrible.

La hora de despedirnos llegó cuando su autobús se aproximaba a la parada en la que estábamos esperando.

Ambas nos levantamos y antes de que yo pudiera decir algo... Jisoo me besó.

No sé cuánto tiempo me quedé ahí después de eso.

Solo sabía que mi mente repetía una y otra vez ese momento.

No fue un beso agresivo, no fue un beso apasionado... Pero tampoco fue un simple beso.

Fue dulce... Muy dulce... Fue... Especial...

No me importa cuántos besos me hayan dado antes, ese beso era el primero que se sentía real.

Y desde ese momento no me la pude sacar de la cabeza ni del corazón.

Nunca imaginé que una mujer me hiciera sentir tanto...

Nunca imaginé amar a una mujer...

Nunca imaginé encontrar en una mujer todo lo que buscaba...

Porque...

Besé a tantos, de tantos fui besada,
más ni uno solo me dejó marcada
la piel y el alma como tú, mujer.

Fin

N/A

Esto lo iba a publicar el 8 de marzo pero obviamente no lo hice.

Gracias por leer, los amo ❤️

Woman ✒ Jensoo ‹‹FINALIZADA››Donde viven las historias. Descúbrelo ahora