Mi Poesía

Corre

No puedo expresar la maravilla que sentía, solo sé que mi latir se aceleraba, mi mente no daba para más nada. Mi vida se sentía llena, cualquier pesar podía ser resuelto con una mirada a esa naturaleza. Los colores vibrantes, las nubes que llenaban pequeños vacíos, era el atardecer más perfecto, más excitante. No recuerdo donde lo vi, solo recuerdo el fenómeno, la gracia con la que se presentaba ante mis ojos.

Pronto la noche llegaba, el atardecer se desvanecía rápido hacia la distancia. Mis sentimientos se quebraron al ver que lo que completaba mi vida me iba abandonando. Apagué mi razón e hice lo que cualquiera hubiera hecho en esa situación...

Corrí.

Corría, corría. Hasta mi último aliento usé en esa carrera tan urgida. Corría, corría. Perseguía los sueños y los placeres de mi vida. Corría, corría. Más fuerte. Corría, corría. No sabía a donde me dirigía. Corría, corría. No sé por cuanto tiempo ni que tan deprisa. Solo corría y corría.

Mis piernas no dieron para más, mis pulmones casi explotan, mi corazón casi da su último palpitar. Lo perdí, me quede atrás. Por las lágrimas la vista se me nublaba, sentí que mi vida se alejaba, en todo el sentido de la palabra, mi mundo se caía hasta lo más ondo de las sombras más acorraladas.

Lloraba y lloraba.