Avery: Los orígenes.

Capítulo uno: Pistas y vuelta a casa.

"Joven de 19 años se encuentra desaparecida."
Grace J. Mattews desapareció desde hace dos días, se buscan pistas de su paradero.
 
"Posible secuestro de una chica de nuestra comunidad."
Sus padres adoptivos se encuentran muy preocupados, están abiertos a negociaciones.

Todos los diarios y noticieros de la localidad se llenaron de encabezados como estos.

El día en que Grace desapareció, fue un día como cualquier otro, despertó a la misma hora, acudió a la escuela y llegó bien a su trabajo de medio tiempo.
Solo hubo un pequeño cambio, ese día Grace no llevó puestos sus lentes de contacto.
Ese pequeño acto desató el comienzo de su historia.

Cuando salió del trabajo muy tarde, en la noche Grace decidió caminar lo más rápido posible, hacer caso omiso a cualquier silbido, cualquier acto que llamara su atención, tenía las llaves en su manos, empuñadas de tal forma que le permitiera defenderse.

Su silueta contorneada por la luz de los débiles faroles, recorría lo más rápido las veredas.
-- Solo unos pasos más y estaré en casa, tranquila. Susurraba.
Todo iba bien, pronto cantaría victoria hasta que al girar a la esquina una mano se extendió directamente hasta su cuello y la agarró; intentó golpear a su agresor con la mano en la que cargaba las llaves pero este la detuvo.
-- No puedes huir de mi. -- habló una voz áspera que venía de un encapuchado, la luz permitía ver un rostro con facciones casi inhumanas -- Yo -- decía mientras enterraba sus uñas en el cuello de Grace hasta hacerla soltar un grito ahogado de dolor -- Yo al fin he encontrado comida.
Todo se puso negro para Grace y ese fue el último día de su vida.

Ese fue el fin de su vida, o al menos su vida como la conocía. Despertó en una azotea y seguía estando atrapada en las garras de aquel tipejo. -- ¿Dónde?, ¿Dónde hay más de ustedes? No hubo respuesta a esa pregunta y desesperado el hombre la orilló al borde de la azotea y empezó a clavar más fuerte sus uñas en la garganta de Grace --No, no sé de que habla.
--Tú, tú eres una de ellos, tienes que saberlo-- decía desesperado. -- pero si no me contestas con lo que quiero, te haré hablar. Sacó un cuchillo y empezó a rozarlo contra la piel de su brazo -- ¡Vamos dime donde están tus amiguitos, niña estúpida! Comenzó enterrar el cuchillo en su piel. Ella gritó hasta donde la opresión de su garganta la dejaba y mientras sus ojos llorosos se desvanecían del dolor vio entrar a la azotea a una chica de cabello blanco -- ¡DÉJALA! --Gritó la desconocída. Y aquel monstruo se acercó a ella intentando atacarla. Pero una luz cegadora impidió ver lo que pasó después de eso, aquella criatura estuvo tirada en el piso y la chica le ayudó a levantarse.
Grace aún tenía el cuchillo en el brazo y la otra chica con un solo movimiento lo sacó sin avisar, lo que provocó que gritara.
-- Shhhh, shhh. Tranquila dijo mientras puso sus manos alrededor de la sangrante herida y después de una sensación de ardor el brazo estaba casi normal. -- Tenemos que irnos, posiblemente este no sea el único que esté cerca.
El rostro Grace estaba en blanco y se preguntaba si lo que estaba pasando era real mientras su salvadora la arrastraba del brazo intentando buscar algo.
--Oye -- habló Grace ¿Qué buscas?
--La salida respondió secamente. Luego se acercó a una de las ventanas del edificio diciendo: es aquí, vamonos.
Puso sus pies en la orilla de la ventana y gritó --No tengas miedo después de esto volverás a casa. No tenemos tiempo que perder. Grace miraba vacilante la mano extendida que le ofrecía aquella desconocida.
Se escuchó un ruido seco que venía de la habitación contigua... alguien se acercaba.
Tomó la mano presa del miedo y se subió al borde de la ventana.
-- A las tres saltamos, no sueltes mi mano.
-- ¿No hay otra forma? Preguntó.
-- Los skygger está cerca y si nos atrapan esta vez será el fin de las dos.
Finalmente desde las sombras asomaron siluetas.
-- ¡Tres! Gritó la desconocida.
Y el cuerpo de Grace se sumió en el vacío.