El Dr. Bastian Tovar pisaba un quirófano y las enfermeras dejaban de sentir las piernas
Frío y arrogante, poseía unos ojos satánicos que traspasaban las almas y despertaban el morbo.
El cirujano solamente sentía el corazón cuando lo tenía latiendo e...
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Cuando El Dr. Bastian Tovar pisaba un quirófano, el terror se instauraba en el ambiente y las enfermeras dejaban de sentir las piernas.
Frío y arrogante, poseía unos ojos satánicos que traspasaban las almas y despertaban el morbo. El cirujano solamente sentía un corazón cuando lo tenía latiendo entre sus manos. La lujuria no lo dominaba, no demostraba sentimientos, jamás se había rendido ante nadie.
Enya, una estudiante osada y deslenguada amante del baile, irrumpe en su vida tirando por tierra el perfecto guion que habían escrito para regir el destino de su vida.
El choque es brutal, pertenecen a dos mundos opuestos, que no desean juntar. Ambos se niegan a perder el control y surge un enfrentamiento entre dos voluntades de hierro.
Los dos tendrán que poner en jaque su orgullo cuando el destino les abrase con el fuego de la pasión, obligándolos a decidir: si consumirse en él, o arder en las llamas del infierno
¿Tendrá el amor el poder de conseguir su rendición *
Introducción
En la niñez mi abuelo siempre me leía cuentos infantiles con finales felices. Era una niña curiosa y pizpireta que amaba escuchar las historias narradas con su voz, serena y amable. Sin embargo, mi héroe se olvidó de decirme que para alcanzar la felicidad tienes que pagar un precio, a veces excesivamente alto, y la senda que debes recorrer para lograrla es como una rosa, extremadamente hermosa, pero cubierta de espinas.
Sentada en las piernas de mi abuelo, protegida por sus amorosos brazos, nunca imaginé que mis risas infantiles se convertirían en lágrimas, que el rosa de mi falda se teñiría de negro, y que la vida se abriría caminó, mostrándome todo su esplendor y crudeza. Mi destino estaba trazado, y poco o nada podía hacer yo para cambiarlo. Las emociones más viscerales que conformaban la humanidad estaban a punto de desencadenarse: pasión, odio, deseo y venganza.
La historia de mi vida comenzó observando con piernas temblorosas la puerta de aquel temido edificio...