One Shots ELDARYANOS

Varios (1)

Comedia.

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— ¡Lucía! ¡Te digo que no tengo maana! ¡no puedo comprar nada! — Grito a mi compañera de piso.

— ¡Pero compra, que para algo tienes claro! — Responde ella desde la otra habitación.

— ¡Que no, que no! ¡no me quiero gastar todo mi dinero en un juego! —Entonces ella se asoma de golpe por la puerta e mi habitación y me mira como si me regañara.

— ¡Luego no me pidas que te diga lo bien que folla Nevra, ahí te lo digo! — Me regaña ella. Es cierto que ella va al día tanto en el servidor francés como en el español, mientras que yo apenas comencé a jugar a petición suya hace menos de un mes y me la he pasado gastando maana por el evento de San Valentín.

— No me niegues mis spoilers.— Hago un pucherito, ella me lanza mi propia almohada.

— ¡No me des órdenes, lacaya! — Se lanza contra mi.

Y así es como Lucía y yo volvimos a correr por todo el piso haciendo disparates hasta que un sonido brusco nos interrumpió. Venía de mi habitación.

— ¿has cerrado la ventana? — Me mira Lucía preocupada.

— ¿Pero qué pregunta es esa? Salí corriendo de golpe, no iba a detenerme a cerrar la ventana y de paso regar las plantas.— suelto con obviedad.

— No seas mamona.— Me da un zape.— Ve y revisa que no sea un ladrón.— Me empuja hacia delante, y tan rápido como avanzo me devuelvo.

— ¿Por qué yo? La que me hizo correr fuiste tú.

— Pero es tu cuarto, anda, no seas cobarde.— Me da otro empujón.

— Anda ya, vamos las dos. al menos así si es un ladrón pues reparte los putazos entre las dos y se cansa más rápido que con una sola.— Tiro de ella.

— Va, pero te voy a usar de escudo.— Ambas empezamos a caminar a puntita de zapato hacia mi habitación, entonces escuchamos voces.

— ¿Qué es eso? — Dice una voz grave, profunda.

— Sí, mira que soy todo un experto en cosas de huma... Santa madre del oráculo, ¿Esto cuando pasó? — Responde otra voz con sarcasmo, aunque un poco más delicada

— Huele a señoritas...—Dice otra voz, suave como terciopelo, casi como un ronroneo.— Y a hormonas, hormonas muy desarrolladas.

Miro a Lucía con los ojos de par en par.

— No mames, si salimos nos van a reventar. Son tres contra nosotras dos, y a nosotras nos rompe hasta tu primita.— Susurra lucía histérica.

— ¡Mary toma clases de Karate, eso no cuenta! — replico en susurro.

— ¡A los 2 años no tomaba clases de Karate, tarada! — susurra en respuesta, entonces sentimos una presencia frente a nosotras. Ambas levantamos la vista lentamente para ver la cara de nuestro futuro agresor.

¿Oyeron eso? Fue mi mandíbula chocando contra el suelo.

Un moreno de casi dos metros haciendo Cosplay de Valkyon estaba invadiendo mi casa. MI CASA.

Bueno, en realidad la casa de Doña Cassalonia, ¡pero eso no cambia nada!.

  No hizo falta hablar, en parte porque Lucía ya se había ido corriendo y en parte porque cuando traté de correr el cosplayer de Valkyon me agarró de la camisa y me levantó como si fuera un gatito.