Las 7 Maravillas ~ BTS 방탄소년단 AU ~ [INACTIVA TEMPORALMENTE]

Flashback 2: El comienzo del resto de nuestras vidas.

<POV> Namjoon.

La vida como Maravilla es plena, sencilla y un tanto aburrida a decir verdad. Sin embargo, desde que conocí a Seok Jin, mi vida cambió radicalmente, es extraño, un día mi existencia depende de la raza humana y al siguiente vivo por y para Kim Seok Jin. He comenzado a replantearme mi derecho a ser una Maravilla, no debería de tener como prioridad a otra persona en vez de a todos los humanos que habitan este planeta, Seok Jin es como el veneno, nocivo, pero él es de esas toxinas que desearías formaran parte de tu organismo. De todas formas, sin él mi vida sería vacía, insípida, jamás creí que al tomar este rol como Maravilla tendría el honor de conocer a alguien como él, es decir... ¿Jamás has tenido esa sensación de dependencia? Juro que no podría pasar un día sin respirar su aroma, tomar su mano o acariciar su pelo, él me mantiene vivo.

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Con Seok Jin decidimos crear nuestra propia casa, agradecimos de todo corazón a nuestras familias anfitrionas por habernos cuidado y guiado por todos estos años y sin mirar atrás partimos. Horas pasaron desde que buscábamos un lugar, alejados de la gente, en el que nosotros y las maravillas pudiéramos vivir en armonía los días que no tuviéramos obligaciones pendientes. Pero por más que buscáramos, no había resultado, nada lograba gustarnos o llamar nuestra atención, bueno, al menos a mi, pues darle lo mejor a Seok Jin es mi prioridad y él no puede vivir en ningún lugar en malas condiciones.

-Monnie~ -llamó, haciendo que me voltee rápidamente a chequear su estado, suspiro aliviado cuando lo que veo es un puchero.-¿Aún no te decides por un lugar? De verdad estoy muy cansado.-se quejó, estirando su mano para tirar de mi suéter, acercándome a él, lo miro sorprendido en reacción a su pedido de atención y le sonrío, beso su frente y me decido a continuar, más mis planes fueron cancelados porque el pequeño niño que tengo de novio me tiró al suelo, esta vez tirando de mi mano-.

-Ah, de verdad, Jinnie.-suspiré, sonriéndole de lado.- No quiero que vivamos en cualquier lugar de porquería, es decir, tú te mereces lo mejor, chiquito.- le dije, tomando su mentón con mi mano, el achinó los ojos y le lancé un beso, provocando que se ría-.

-Nam, de verdad no me interesan los lujos, mientras vivamos bajo el mismo techo los dos juntos, yo seré feliz.-dijo, abrazando mi mano con la suya-.

-Pero, no puedo llevarte a cualquier lado, bebé.-me quejé, él ladeó su cabeza con confusión.- A lo que me refiero es que no puedo llevarte a vivir a... No lo sé a un bosque por ejemplo.-continué, haciéndolo reír con mi comentario-.

-Pues, a mi me gustan los bosques.- admitió, acercándose lentamente hacia mi.- Me encantan, de hecho.-dijo, escabulléndose hasta sentarse sobre mi, enreda su mano izquierda con el pelo en mi nuca y con su mano derecha acaricia mi mejilla, se acerca a mi oreja y suelta una risilla.- En lugares solitarios como esos la gente no puede escuchar mientras grito tu nombre, hombrecito.-dijo, seductivo, mordiendo el lóbulo de mi oreja, logrando despertar no solo mi interés en la situación, lo tomé por los glúteos y lo recosté bruscamente contra el suelo, ganándome un gemido ahogado por su parte-.

-¿Hombrecito, has dicho?-pregunté, risueño.- Si soy un hombrecito, ¿en qué te convierte eso? ¿En Blanca Nieves?-bromee, atacando su cuello, Seok Jin tira de mi cabello y yo solo creo más fricción.- ¿Quieres que te haga cantar?, pues, tener sexo en uña montaña está en mi lista de deseos.-bromee nuevamente, Seok Jin en un movimiento brusco da vuelta la situación y mi espalda acaba estrellándose contra el césped-.

-Pues, me encantaría, Monnie.-admitió, acercándose hacia mi oído.-Pero aún debemos encontrar un hogar.-susurró, alejándose y a la vez guiñándome un ojo y riéndose-.