Guillermo es un chico de 16 años, sufre de depresión ya que sus padres viven trabajando y en la escuela sufre de bullyng.
Busca la razón de vivir día tras día sin encontrar una respuesta pero cierto día escapando de su abusivo personal Frank, una ex...
-Samuel!! Necesito ayuda!!- grite fuerte y mire hacia arriba, pude ver a la distancia un rayo de luz que se acercaba a nosotros, no tarde en notar que era Samuel, brillaba y caía suavemente en nuestra dirección "parece un Ángel..." pensé embelesado.
-estas bien pequeño?- pregunto Samuel preocupado.
-Samuel... Estas brillando...- dije confundido.
-ah es un hechizo muy útil para un lugar tan oscuro como este, es sencillo, ves?- dijo colocando su mano sobre mi hombro y comencé a brillar, al haber tanta luz se veía mejor ese lugar.
Samuel miro hacia donde estaba Hugo sorprendido -quien es?- pregunto mientras le sacaba de encima la estatua de oro.
Yo lo mire sorprendido, ya que yo no pude ni moverlo de su lugar -como... Ah es el señor Hugo- respondi sorprendido por su fuerza.
Samuel puso la estatua en un costado y revisó el estado de Hugo -esta deshidratado y no ha comido nada en todo este tiempo- dijo mientras lo revisaba como un médico, puso sus manos sobre él y dijo unas extrañas palabras, del cuerpo de Hugo empezaron a salir unas pequeñas luces de colores y comenzó a verse cada vez mejor, sus profundas ojeras desaparecían rápidamente y su cuerpo delgado tenía más volumen.
Poco a poco abrió sus ojos -donde... estoy? Ustedes... son angeles?- pregunto Hugo aún débil.
Samuel sonrió -vinimos a ayudarlo, nos envía la señora Sonia- dijo amable y Hugo sonrió aliviado -toma a Hugo del brazo, saldremos de aquí- dijo serio mirándome.
Yo obedeci, él tomó la estatua de oro, dijo otras palabras extrañas y comenzamos a volar, me sorprendi mucho pero más se sorprendió Frank al vernos.
-luego me toca a mi!- dijo entusiasmado Frank mientras nos acercabamos a ellos.
Lo miramos serios -cuando terminemos aquí- respondió Samuel.
-si perdón! Se me olvido- respondió Frank serio -y por donde vamos?- pregunto curioso.
-bueno...- respondió Samuel pensativo.
Hugo miro a nuestro al rededor -el árbol de luz se encuentra en esa dirección- dijo señalando con su mano.
Nos miramos sorprendidos -perfecto! Vamos!- dijo Samuel y corrimos en esa dirección.
Al llegar vimos a lo lejos el árbol.
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A los pies del árbol estaban los pequeños desaparecidos en ronda y en el centro la joven fantasma con los ojos cerrados, los pequeños comenzaron a cantar una canción de cuna al parecer.
