Quien lo iba decir que me iba a casar con mi jefe, solo acepte porque me hizo la 13 14 retándome y al final acabe locamente enamorad a de él y el de mi claro.
Los rayos de sol entran por la ventana, anoche se me olvido correr las cortinas, me levanto malhumorada ya que llevo casi 1 año buscando trabajo pero no encuentro nada, todas las empresas me rechazan por el hecho de ser joven y no tener experiencia.
Me decido a levantarme de la cama y empiezo mi rutina, hoy no voy a salir a correr por el simple hecho de que me he despertado tarde. Me quito el pijama y me meto en la ducha dejo que el agua fría recorra cada parte de mi cuerpo, una vez ya duchada me pongo el albornoz y voy hacia la cocina a prepararme el desayuno, cuando estaba desayunando me he puesto a ver los anuncios de las ofertas de trabajo que se han publicado hoy, una en concreto me llama la atención es de la empresa mas famosa de toda New York, así que me dispongo a enviarles mi curriculum, cosa que dudo ni que se miren.
Una vez que he acabado de desayunar me pongo a recojer el partamnto, es un apartamento pequeño que he alquilado cuando sali de la universidad, gracias a dios cuando estaba studiando podia permitirme el lujo de trabajar por las tardes en la cafeteria de la universidad, la Señora Anne me pagaba una buena cantidad de dinero para poder pagar mis estudios y ahorrar un poco, con lo cual estoy pagando este pequeño y viejo apartamento y la comida que tengo que gasar.
Ahora ustedes os pregunatries que porque no sigo trabajado en la cafertia, no trabajo alli actualmente por el hecho de que alguien la quemo, un viernes por la noche recibo una llamada de la Señora Anne a las de la mañana, llorando y me dijo que no hacia falta que al dia siguient fuera trabajar que alguien habia quemado el local.
Estaba tan sumerjida en mis pensamientos hasta que el móvil me saco de mis pensamientos, una llamda de un número desconocido que extraño, contesto la llamada.
- Hola ¿quien es?.
- ¿Hola, buenas tardes hablo con la señorita Jane Robin?- me dicen des de la otra línea del móvil.
- Ella al habla.- contestó yo no muy segura.
- Le llamo des de la empresa Harrison para informarle que ha sido seleccionada para el puesto, pero anrtes debe realizar una entrevista con el jefe.- yo estaba que me subia por las pardes por el simple hecho de que puede que tenga trabajo y no acabr viviendo debajo de un puente.- La esperamos hoy a las 16:00 de la tarde no tarde al jefe no le gustan las personas impuntuales, tomeló como consejo.
- No se preocupe a las 16:00 allí estare.- digo yo emocionada.
Me quedo observando el móvil sin apenas reaccionar no me lo acabo de creer, me tengo que prepara, no puedo perder esta gran oportunidad.
Me dirigo hacia mi armario y me quedo observando que me puedo poner, deberia de ir elegante, me decido por un pantalon negro agustado, hace que mis piernas parezcan mas largas de lo que son, se me habia olvidado mencionar que soy una chica de una estatura baja mido 1.60, para la parte de arriba una blusa sin mangas del mismo color con un cinturon del color dorado, y encima de la blusa una cazadora color amarillo, me puesto un collar color dorado y unos tacons del mismo color para ir a juego.
Ahora tenia el dilema de que hacer con mi pelo, no sabia si ondularmelo, dejarlo suelto llevarlo recojido, al final me he decidio por llevarlo suelto y ondulado.
Me maquillo simple, Rimel para resaltar mis ojos, un poco de labial rojo y por supuesto el corrector de ojeras.
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Cuando me acabo de preparar miro la hora y veo que son las dos del medio día, nunca había tardado tanto en prepararme, así que me prepare una ensalada rápido y me la comí, busque por Internet por donde quedaba la empresa Harrison y esta a unos 30 minutos de mi apartamento.
Mire la hora en mi móvil y veo que ya son las tres del medio día así que decido salir de casa e ir andando a la empresa aún faltaba tiempo.
Iba caminando y cada vez faltaba menos para llegar los nervios por dentro me consumían, recuerdo la ultima entrevista a la que fui, la sala de espera estaba repleta de chicas todas con cuerpos de modelos rubias, fueron entrando y saliendo unas con cara de enojo otras con una sonrisa de superioridad, cuando me toco mi turno entre en ese despacho había un señor mayor de edad pero su mirada no me daba confianza, comenzó la entrevista normal hasta que de repente el señor se para y se va acercando a mi con una superioridad, no se en que momento y cuando pero lo tenia a unos centímetros de mi rostro y entonces se me ocurrió la brillante idea de darle un rodillazo en su querido amiguito, salí corriendo de allí como si hubiera visto a un diablo.
Justamente ahora mismo estoy en frente de la puerta de la empresa y mis piernas no responden, estoy parada sacudo mi cabeza respiro hondo y miro la hora veo que aun faltan 25 minutos así que me decido a esperar un poco a fuera y tomar un poco de aire hasta estar relajada del todo.
