Barry culparía a Oliver de todo. De verdad, él era el culpable. Barry Allen jamás fue un gran bailarín, nunca pudo bailar, ni siquiera con Iris haciéndole acompañarla a todas esas fiestas durante su adolescencia, por lo tanto evitaba las fiestas y los bailes a toda costa. Solo hacía un par de excepciones cuando era necesario, como en la boda de Oliver y Felicity y la de Iris con Eddie. Pero de algún modo se había visto arrastrado al baile anual a favor de la caridad que ofrecía la corporación Wayne, que no solo celebraba el dichoso baile, sino también el regreso del señor Wayne, que se había embarcado hace más de tres años a un lugar aparentemente desconocido.
Así que ahí estaba, a lado de Cisco que no dejaba de parlotear sobre las chicas que había en la gala, con un traje hecho a la medida (cortesía de Oliver, quien había conseguido su empresa de regreso), y una mueca de disgusto plantada en el rostro, contando los minutos para que el baile terminara y pudiera regresar a su habitación de hotel a leer cualquier cosa que se encontrara en la internet.
"Barry" escuchó la voz de Cisco llamarle, pero no volteó a verlo sino hasta que oyó el cambió de respiración de Felicity y sintió a Oliver ponerse de pie, y entonces comprendió el tono de voz que Cisco había usado al llamarle, una mezcla entre nostalgia y apuro.
Allí estaba ella, después de 4 años sin verla, sin saber que había pasado, qué la había orillado a huir, la veía otra vez, enfundada en un elegante vestido negro, con el cabello castaño y acomodado por un lado, dejando la piel expuesta del cuello, a lado de Bruce Wayne.
No esperaba encontrarla en Gotham. Si era sincero, luego del primer año, no esperaba verla nunca más. Lo había pasado horrible, pensando en su desaparición, pensó en que la había secuestrado una vez más, por su conexión con Flash, pensó en que se había encontrado con Ronnie nuevamente y este la había convencido de irse de Central City, de dejarlo para siempre. Había pasado noches sin dormir, con Iris preguntándole constantemente que lo tenía tan mal, con Cisco lanzándole miradas de apoyo y, en algunas ocasiones, cuando creía que no le miraba, las miradas parecían más de lástima y con Joe abrazándolo las veces que le había visto llorar.
Así que era normal su estado de sorpresa.
Sintió a sus compañeros de velada, levantarse y caminar hasta ella, y no tuvo remedio más que hacer lo mismo, aun sintiéndose fuera de sí, como en todos los sueños que había tenido, siempre tratándose de volverla a encontrar. Felicity fue la primera en acercarse y abrazarla, su rostro se llenó de lágrimas instantáneamente, por lo que Oliver fue el siguiente en acercase y envolver a la mujer de ojos color color café en un cálido abrazo para después darle un pañuelo a su esposa que seguía llorando.
Volteó a ver a Cisco y vio una expresión que jamás había visto en el rostro de su amigo, estaba feliz. Más feliz que la vez en que Ronnie regreso y supo que su amigo no había muerto por su culpa. Así que con una velocidad que su alter ego envidiaría, Cisco estaba abrazado a la mujer castaña que no pudo contener las lágrimas al encontrarse con su mejor amigo. Dejo que ambos se estrecharan y sintió las manos cosquillarle por sentirla también, entonces noto los ojos castaños que le veían con tristeza y pudo jurar que por un momento su mirada se tornó asustada, lo que le hizo apretar la mandíbula. ¿Por qué iba a temerle a él? No estaba molesto, como aquellos meses después de su partida, cuando golpeaba cualquier cosa para deshacerse de su coraje. Y para ser honestos, no sabía tampoco como sentirse.
...- Caitlin.-
No sabía si debía estrechar la mano que ella le ofrecía, o si abrazarla aun cuando ella no parecía dispuesta, pero supuso que no sería corrector hacer lo que sus impulsos le dictaban, por lo que tomo la mano e intentó sonreír.
...-¿Cómo han estado?- fue lo que ella preguntó después de que se saludaran y a eso le siguió un silencio incómodo.
-¿De verdad, Caitlin? ¿Cómo hemos estado?-reconoció la sensación de enojo que pensó haber olvidado hace años, porque de verdad, se marcha de sus vidas y le parece conveniente preguntar cómo demonios han estado.
-Déjame decirte como hemos estado, Doctora Snow. Empecemos con el hecho de que te fuiste, de la noche a la mañana, sin decir una palabra a nadie...- Pero no pudo terminar, y no por el hecho de que Oliver le había puesto la mano en el hombro para hacerle entender que estaba subiendo el tono de su voz, sino por el repentino regreso de Bruce, de quien no se había percatado que había desaparecido, y el grito de un niño que se acercaba corriendo a abrazar a Caitlin.
-¡Mami!-
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Weaknesses
RomanceNo esperaba encontrarla en Gotham. Si era sincero, luego del primer año, no esperaba verla nunca más. Pero ese no fue el mayor desconcierto, porque minutos después de que él, Oliver, Felicity y Cisco, la hubieran saludado, un niño de alrededor de 3...