Koro-sensei reencarnando en High school DXD

Prologo: El nuevo comienzo

Oscuridad, eso es todo lo que podía ver, si así se le podría decir. Ahora mismo me encontraba en un espacio donde no había nada ni nadie, lo único que había llenado ese espacio era yo. 

Ahora mismo se estarán preguntando quien soy exactamente y como acabe aquí no es así, pues se los contare.

Soy el ex-asesino conocido como el "Dios de la Muerte" y el Profesor monstruo, mejor conocido por el nombre que me dieron mis alumnos, "Koro-Sensei".

Fui un asesino muy famoso por completar cada misión que aceptaba, ya que lograba matar a todos mis objetivos y lograba escapar con éxito, pero ese día acabo cuando mi alumno me traiciono y fui llevado a un laboratorio para ser usado como conejillo de indias para el profesor Yanagisawa Kotaro.

En ello conocí a su asistente y prometida Yukimura Aguri la cual fue la encargada de mí mientras no estuvieran usándome en experimentos. Ademas de ver mi estado si se producía algún efecto retardo por los experimentos. Ella fue sumamente amable conmigo ya que me conversaba muy tranquilamente y no me trataba como un monstruo sino como una persona por lo que logro crear ciertos sentimientos que no pensé llegar a desarrollar. 

Paso el tiempo y con ello los experimentos, los cuales resultaron ser un cambio y desarrollo en extremidades alargados flexibles las cuales se les denomino como "tentáculos", estos racionaban a mis pensamientos y deseos, dado que se convertían en lo que yo quisiera ser.

Un día se descubrió que iba a explotar y destruir al planeta dentro de un año, pero antes de que pudieran matarme me escape del lugar donde me tenían encerrado. No me fue fácil por la seguridad que pusieron en caso de que intentara salir, pero aun con los en contra de mi situación fui capas de escapar, sin embargo me conllevo un gran precio la cual fue la muerte de Aguri, la cual recibió un golpe que se suponía iba para mi, pero ella se uso como escudo humano para protegerme. Estaba realmente devastado ya que ella fue quien me dio sentimientos humanos e incluso pudo llegar a mi corazón.

Pero antes de morir me pidió que me encargara de sus alumnos en la "escuela Secundaria Kunugigaoka" en lo que me resta de vida, decidí hacerlo y con la ayuda del gobierno con algunas restricciones y acuerdos(que yo impuse junto a ellos para que no hubiera problemas) inicie mis enseñanza a la Clase 3E.

En eso pase enseñando al curso y haciendo florecer sus habilidades, estaba realmente feliz y complacido, ya que llegue a entender la maravilla de enseñar a otros y de la forma como se debía, pero en los últimos días que me quedaban antes de explotar, el gobierno puso en marcha un plan para eliminarme incluyendo al profesor Yanagisawa y mi ex-alumno. Hubo caos en el proceso que involucro a mis alumnos ya que se presentaron ante mí para intentar ayudarme y darme un feliz cumpleaños, se produjo una feroz batalla entre mi ex-alumno el cual fue convertido en una criatura igual a mí, pero con mejoras, y contra Yanagisawa que usaba sus trucos para debilitarme, fue una dura pelea y en eso pude derrotar a los dos, sin embargo quede mal herido y exhausto.

Ahí mis alumnos decidieron darme mi fin, dado que no había manera de evitar que yo explote y aunque lo hubiera el mundo no podía permitir a un ser como yo andando por ahí. Así que decidieron terminar lo que inicialmente tenían que hacer aunque en el fondo no lo quisieran. "Matarme". No tenia nada en contra, al contrario es lo que yo deseaba, y aunque me hubiera gustado verlos lograr su metas a futuro ya sabia que no tendrían problemas con sus habilidades y devoción.

En ese momento, me apuñalaron y me desvanecí en partículas que se disolvió en el cielo. Me pude ir con una sonrisa al ver como crecieron mis chicos, no podía estar más orgulloso.

Pensé que ya todo había terminado para mí pero extrañamente, en un sentido, seguía existiendo, ya que aun conservaba mi conciencia. No sabía que estaba pasando, podía ser que no querían recibirme ni en el paraíso ni el infierno, solo estaba flotando en una inmensa oscuridad. Creí que estaría así para siempre hasta que vi una luz la cual se fue haciendo más fuerte por lo que tuve que serrar mis ojos.