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Me gustaba verte sonreír, era algo que me hacia feliz automáticamente.

Fuiste enteramente una contradicción para lo que siempre creí que me gustaba, tu con tu piel morena, tus ojos oscuros, tu cabello azabache y tu actitud despreocupada; era como si la vida tratara de enseñarme una lección "Tu cerebro no decide, es tu corazón", y lo acepte, acepte la decisión que parecía haber tomado y me deje caer en el abismo que significabas y me enamore de tus ojos, de tus labios, de tu amplia sonrisa, pero sobre todo me enamore de una versión de ti que yo misma cree y fue mi error y tuve que darme cuenta, dolió, fue como un balde de agua helada y me encontré a mi misma arrepintiéndome pero no podía hacer nada, no podía evitarlo y aun después seguía viendo aquellas fotos que tome y tu sin enterarte.

Se que si volvieras, aun después de todo, diría que si siendo consciente de como terminaría todo.

Fui ingenua y lo acepto, pero hay algo en ti porque ha pasado el tiempo y aun me gusta tu sonrisa y no dejo de preguntarme por que me deshice de esas fotos. 

-Octubre 17, 2017-

Mis noches largasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora