~OneShots Cachondos~ [Shippeos del GOTH]

"-¡QUIERO QUE...! -Te qui..." ~JaimexNico~

~WARNING: Contenido homosexual, violento, amoroso, groserías, etc. (Lemon/Smut)~

~Narra Nicolás~

Estaba viendo una película con el Jaime en su casa, sonará fleta la wea pero el Edgar culiao no pudo venir, creo que le desinstalaré el LOL del computador, ese juego lo está consumiendo…  Como sea, la película era la wea más penca de este mundo por lo que empecé a sentir que mis parpados pesaban, aguanté lo más que pude pero al final el sueño me ganó GG.

Desperté, estaba todo un poco oscuro y ¡No sabía la hora por la cresta! A los 5 segundos me dio frio y era porque estaba semidesnudo -¿Qué chuchaaaaaaa?- exclame al notar que la única prenda que traía puesta era mi bóxer negro que apenas me tapaba la pichula y una pequeña parte de mis muslos. Traté de levantarme para buscar mi ropa pero noté que una wea me sujetaba las manos a la cabecera de la cama  ¡Mis muñecas estaban amarradas weón!  Intenté zafarme pero estaba bien hecho el nudo, me desesperé y di un fuerte tirón de ellas logrando que los antebrazos se me acalambraran y arqueara la espalda de dolor -¡CONCHETUMADREEEEEE!-  exclame de dolor. Cuando mi pecho se levantó sentí una mano suave pero firme sobre mi pecho que me hizo regresar a mi posición anterior con mi espalda completamente sobre el colchón, noté de reojo que era la pieza del weón de mi mejor amigo. Miré hacia arriba para encontrarme con la mirada de este.

Nicolás: ¡JAIME! ¡Suéltame, weón! ¿¡Qué mierda crei que estai haciendo, maricón!? –grité desesperado.

Jaime: Sólo disfruta culiao –me suspiró al oído, para luego morderme el lóbulo bruscamente, no sé si era por las 2 latas de cerveza pero me estaba comenzando a calentar  este weón.

 ~Narradora~

El barbón  inclinó su cabeza y presionó sus labios en el hombro de Nicolás, este instantáneamente suspiró al contacto y gimió al sentir que la boca del más alto succionaba su piel, mojándola con saliva y dejando unas marcas moradas en diferentes zonas erógenas. Jaime lentamente se acercó al más bajo y le dio un osado beso en el que la pasión y lujuria reinaban.  La boca del ruliento seguía a milímetros de la suya por lo que se le hizo fácil morder el labio inferior del menor haciendo que este protestara y se apartara.

Se dirigió a la cajonera de su habitación y comenzó a buscar algo entre la ropa. Cuando al fin lo encontró se acercó al mayor y lo pasó desde el muslo de éste hasta su rodilla y de regreso, el moreno tragó en seco al ver que se trataba de un pequeño látigo de cuero.

Jaime: ¡No me debiste haberme mordido conchetumadre!- dijo el dominante haciendo referencia a su labio partido lamiéndolo con la lengua y soltando un pequeño latigazo que fue directo a la piel desnuda de la pierna. Nicolás gimió al sentir el cuero contra su piel, pero de una forma extraña esto lo excitó mandando corrientes eléctricas a su extremidad.

Jaime: ¿Te gusta, perra?- el mayor gimió en respuesta -¿Te gusta que te azote?- golpeó nuevamente y este mordió su labio para evitar gemir -Culiao masoquista- rio el menor al notar la expresión que poseía su compañero. Segundos después siguió golpeando las piernas de Nicolás hasta que quedaron rojas, para luego acercarse a su oído.

Jaime: Quiero que grites, que gimas, quiero que te retuerzas debajo de mí como lo fleto que eres… - de nuevo las corrientes eléctricas bajaron hasta la entrepierna del mayor que dejó  libre un largo y excitante gemido en la oreja del más blanco. -Si no gimes lo suficiente esta noche te juro que no podrás caminar o sentarte en una semana.