Lo cierto a todo esto es que ahora realmente creías que eramos amigos, o eso pensaba yo, más que cólera me dabas risa, ya no podía odiarte tanto como al inicio.
Y la razón catorce; me sonreias, a cada momento que me veías tu sonrisa estaba ahí, no se si está razón ya la puse pero es que odio que me sonrías.
Por alguna razón me hacias recordar al hombre ese que dice
¿Hotel?
Trivago.
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Razones por las que te odio.
Short StoryRazones por las que odio a aquel que aún amo.