CIELO Y TIERRA

Asi empezo todo...

Es el 3.018, el mundo a colapsado, todo a quebrado... no queda absolutamente nada. A empezado el dicho Apocalipsis, no hay agua potable, no hay energía, no hay fábricas ni prisiones en funcionamiento, no hay empresas y mucho menos centros comerciales, y tampoco hay hospitales prestando sus servicios, sencillamente no hay nada.

Ha fallecido el 75% de la población mundial, no queda nadie para llevar las riendas de lo que queda de esta masacrada población, la batalla entre el mal y el bien nos ha dejado sin nada, para esta batalla están ciertos seres que después entenderán por qué no puedo afirmar que sean humanos, que harán que el mundo mejore o termine por fin con su sufrimiento.

Pero para que logren entender por qué demonios el mundo termino así tendré que contarles todo desde el principio.

En el 2.991, existía una familia en the Palm Town. Hanna, la madre de estos protagonistas que no sabían lo que les estaba esperando. Hanna era una mujer joven, bella y esbelta. Con unos grandes ojos verdes penetrantes e hipnotizantes, una cabellera grande y ondulada color negro, negro oscuro, como el negro de la noche, como el negro de la maldad. Ella era ama de casa, siempre preocupada por los demás, era amable y comprensiva, era realmente dulce y tierna, era amorosa y sencillamente espectacular, cuando se casó con Edward solamente tenía 22 años!.
Edward era el Amor de su vida, era alto y robusto, con ojos cafés y un cabello sedoso del mismo color. El era un gran trabajador. Y siempre fue muy responsable con su lugar de padre en su familia.

Y gracias a esto tenía un bonito Lamborghini murciélago naranja, o si, el si que amaba su auto.

De esta unión, nacieron unos mellizos, los que defenderían o acabarían al mundo. Estos muchachos fueron Molly Westtle y Jacob Westtle. Eran dos pequeños traviesos. Molly era casi idéntica a su padre tenía sus mismos ojos y era trigueña tal como el. Por el contrario su madre era blanca, era muy muy pálida, pero aún así era hermosa.

Molly tenía una resplandeciente y bella sonrisa, su cabellera era dorada, era bella y abundante, casi como si fuese de oro, igual que la madre de Hanna, Dihana.

Pero Jacob era todo lo contrario a Molly, si usted los hubiese conocido juraría que no son mellizos, e incluso dudaría que provienen de la misma familia

Jacob había heredado los mismos ojos de su madre, eran un verde oscuro con un tono de miel, eran unos ojos bellísimos.
Si tono de piel era casi idéntico al de su madre, era blanco muy muy blanco. Lo único que tenían en común estos mellizos era su hermosa y blanca sonrisa, la nariz de Jacob era pequeña, y refinada.

Los trazos suaves y delicados de los rostros de estos muchachos eran sencillamente perfectos. Estos niños eran hermosos.

Parecían hijos de la mismísima Pandora y de el mismo Dios Marte, pero no por esta razón se salvarían de lo que les esperaba en un futuro no muy lejano.