Emma
Ingresaron a la sala ambos chicos que al parecer eran amigo. Uno de pelo castaño, tes blanca, ojos color cielo, que daban la leve impresión de ocultar mucho dolor. Hecho un vistazo a mis compañeras, los suspiros eran evidentes, a mi parecer no era un Ken. El otro chico con la cabeza hacia abajo, pelo castaño, tes blanca, ojos color miel que se mantenían en dirección al piso, mostrando timidez de su parte.
Pasaron las horas, los minutos, miro hacia el reloj que marcaba 11:15 am.
-¡Recreo!- digo triunfante.
Todos me miraron, una sonrisa algo burlesca se asomaba en sus caras. Efectivamente, la campana dio la bienvenida al primer recreo del año. Todos felices comentando sus fabulosas vacaciones, me mantuve en silencio, observando con curiosidad al primer chico que ingreso a clases. Me parecía algo raro en el, se mantenía en silencio, con el ceño fruncido, como si algo le molestara, mirando a todo su alrededor como si fueran unos bichos raros. Me detuve al mirar sus ojos, ojos que me expresaban sufrimiento y desilusión. Hasta que nuestras miradas se encontraron, una leve sonrisa se asomo en su rostro, sentí como un calor recorría mis mejillas. Los nervios me invadieron, desvié la mirada rápidamente encontrándome con los ojos azules de Sophia.
- Ey, ¿que pasa?- señalando "disimuladamente" con la mirada al chico nuevo, que se encontraba mirando hacia la ventana.
-Nada, solo que no me agrado- tratando de que sonara creíble, ya que ni yo me lo creía.
-¿Vamos al baño?- dice Katya acercándose a nosotras, se notaba que quería sobresalir, por el alto tono de voz que nos pregunto. Mire hacia el chico nuevo que se encontraba conversando con el que al parecer era su amigo.
Nos dirigimos hacia el baño, un pensamiento surgió en mi cabeza mirar hacia tras o seguir mi camino. Me decidí por la que según yo, era la mejor opción, al mirar hacia atrás nuestras miradas se cruzaron y otra vez esa sonrisa, esa linda y estúpida sonrisa, débil pero segura.
Se acercaba la clase de Deporte, todo había pasado normal, mis deseos de llegar a casa eran cada vez mas grandes. El profesor nos llevo a la cancha, dándonos las instrucciones de cual seria la actividad.
-¿Carreras?- dice Sophia con su cara de disgusto.
El profesor asiente, carrera de hombres versus mujeres, por suerte siempre eh sido rápida corriendo, mantengo muy buen ritmo al hacerlo,
Me encontraba en mi posición, era la siguiente en competir, mi oponente era Max un amigo de infancia. Nos miramos y comenzamos a reír, creo que ambos sabíamos que se venia una muy buena carrera.
Inicio la carrera la verdad es que Max era bastante rápido, pero nadie me supera, le saque bastante ventaja en la ultima vuelta, recibiendo así los aplausos y alagos de todos mis compañeros. Una sonrisa coqueta, me robo la atención ahí se encontraba el, el próximo en correr.
Me dirigí hacia la banca, esperando que terminaran de correr. Coloque la mejor canción de mi playlist, mis audífonos e ignorando al resto seguí mis pensamientos. Algo me llamo la atención, Sophia estaba comportándose de una manera extraña, no entiendo el fin de su cambio. Hasta que me encontré con el otro chico nuevo, que la miraba de una manera coqueta y tierna.
Siento una mano en mi hombro, que me saca de mis pensamientos, miro hacia el lado me encuentro con los ojos color cielo, que los siento tan conocidos y a la vez tan extraños, que me invaden de curiosidad.
-¡Hola!- dice el chico con una sonrisa cálida.
-¿Hola?- lo miro incrédula al ver su actuar.
-¿Como te llamas?- lo dice mirándome fijamente a los ojos.
-Emma, y tu?- tratando de sonar segura, entrecortando la respiración por los nervios que provocaba en mi. No entiendo porque era así, nunca había sentido la curiosidad de conocer tanto a alguien como lo sentía por el.
-Zack, ¿es un lindo día no crees?- dice mirando hacia el cielo, devolviendo la vista hacia mi.
-Si, aunque prefiero mil veces los días nublados, días de frió. Creo que van mucho mejor conmigo.- tratando de no sonar rara con lo que digo, pero creo que no puedo ocultar el desastre de persona que soy y si creo que nadie quiere a un desastre como yo.
-Que suerte tiene Max- su cara demostraba desepcion, sus ojos se centran a los míos y me dedica una sonrisa dulce.
-¿Me podrías explicar de que hablas?- le respondo de manera rápida a su comentario, no comprendo lo que quiso decir. No se porque sigo hablando con el, pero aunque quisiera irme no puedo, cada vez me llama mas la atención.
-¿Es tu novio?, al menos eso daban a entender en la fila para las carreras.- Lo termina diciendo y su cara cambio, el enfado era evidente, se le tenso la mandíbula y sus ojos se dirigieron hacia Max que estaba pendiente a las indicaciones que daba el profesor. De sus ojos transmitía odio puro.
-No, es mi amigo de infancia, nada mas. Bueno me voy, hasta luego- Me dirigí hacia mi grupo de amigas, quería escapar de ese chico, que le importaba lo que tenia con Max. Tratare de ignorarlo por el resto del día.
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EMMA EN EL MULTIMEDIA
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Mi piedra favorita
Novela JuvenilQuisiera, mas bien desearía que esta historia terminara con un final feliz, pero no, no fue así la verdad la verdad es que nunca me eh preguntado que hubiese pasado, si cada vez que nos veíamos de mis labios habría salido la verdad, la verdad de tod...