Este va a ser tu día.

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Este va a ser tu día. Sí, el tuyo. No desvies la mirada y mírame a las letras.

Convéncete como si realmente fuera a pasar. Y pasará.

Hoy, aquí y ahora vas a darte de frente contra la realidad y, seguro que si sigues leyendo, acabarás pensando en algo o alguien que evita que tengas las riendas de tu vida por completo.

'¿Por qué me hablas a mí si ni siquiera pretendía cruzarme con este texto?' - piensas.

Igual, asaltándote por sorpresa en medio de una red social y hablándote sin rodeos era la única forma de acercarme a ti.

Tú, que quizás no te dedicas todo el tiempo que deberías. Tú, que has conocido de primera mano el fracaso y la derrota. Tú, que tímidamente sigues mirando estas palabras sin querer creerte ni por asomo que realmente las escribo sólo para ti.

Sólo pasaba a recordarte que tú y sólo tú eres quién debe luchar por ti. Tú y sólo tú vas a ser el responsable de que éste y cada uno del resto de los días de tu vida sean inolvidables.

Tú. Que ni querías toparte con este texto. Tú y tú y tú y solamente tú, diría el señor Alborán.

Deja de autocompadecerte y de inventarte excusas para no ser feliz y agarra fuerte los miles de motivos que te rodean para pensar todo lo contrario.

Tú eres el protagonista de tu historia, quién dirige y quién decide si alguien o algo tiene cabida o no en esta obra. Recuerda siempre este pequeño abordaje textual pero, sobretodo, recuerda que ya es hora de auto-hacerte feliz.

Sentimientos de reproducción aleatoria. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora