E r s t e r T e i l

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Fría y abrasadora noche, solitario y desconsolador, donde el momento de pensar abría paso al sufrimiento, recapacitando sus palabras y cómo si su mente de una grabadora fuese, reproducio todos aquellos bellos momentos martirizándolo, aumentando el nudo de su garganta, volviendo la opresión en su pecho inigualable.

Pensar le hacía mal.

Y es que justo en ése momento tiritaba de frío, apegándose las piernas a su pecho y rodeando las mismas con sus brazos, sin soltar de manos el pequeño sobre celeste: su color favorito. Sus sollozos se oían bajos, su respiración en son de inquietud, mente frágil y corazón de cristal. Apretaba con fuerza el sobre entre sus regordetas manos arrugándolo sin cuidado, la tinta de la superficie ahora corrida por las gotas de lágrimas humedeciendo el sobre, no le interesaba un maldito papel, sólo lo que había en él y es que sabía lo que conllevaría todo ello y él no quería perderle por ser un Omega defectuoso según él.

Había estado esperado con ansias los resultados, creía que las pruebas de embarazo no funcionaban correctamente en él, jamás dejaron de intentarlo, Jeongguk tratando de copular en Jimin, en hacer una manada, pero los resultados solían ser negativos, lo que impulsó al omega a hacerse una prueba directa en un médico, la pareja había estado emocionada y nerviosa por ver lo que vendría en el sobre, ahora Jimin estaba ahí, en una esquina de la oscura habitación, sollozando y lamentándose por ser un asco, alguien defectuoso que no podía darle a su Alfa lo que más anhelaba.

Tapaba su boca mordiendo parte de las mangas de su larga camiseta, regulando sollozos, ahogando gritos, apretaba sus ojos fuertemente mientras las lágrimas seguían rodando por sus rojas y abultadas mejillas, gotas reposando sobre sus espesas pestañas y recorriendo todo su hermoso rostro con una mueca de dolor. Jimin hacía lo posible para ser silencioso, no quería despertar al apuesto alfa dormido en la cama.

El frío suelo congelaba sus huesos, el viento colándose por las ventanas abiertas, las cortinas agitándose y Jimin abrazándose a si mismo haciéndose bolita en el suelo invocando el cambio; un hermoso y pequeño lobo de pelaje blanco había estado lamentándose toda la noche, rogandole a la luna que su Alfa no sintiera a través del vinculo su tristeza.

Y con una última lágrima corriendo de sus hermosos ojos azul perlado, el hermoso lobo durmió.

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Los días transcurrían y las preguntas de Jeongguk respecto a los resultados se hacían más frecuentes, Jimin moría de nervios siempre alegando no haber sabido aún algo de ello evitando el tema de un segundo a otro. Al final Jeongguk caía en sus palabras.

Las mentiras crecían y sus esperanzas se desvanecían.

No tenía ni las mas mínima idea de que haría, no quería perder al único alfa que estuvo dispuesto a aceptarle sin importar su terrible pasado, al apuesto hombre que estuvo cortejandolo desde los once años cuando se presentó cómo un omega, Gukk estuvo ahí siempre para él, brindándole amor, cariño, todo lo que a Jimin le hacía falta con sólo Jeongguk se sentía completo, sería algo demasiado doloroso para él y con sólo el hecho de pensarlo la tristeza le carcomía una vez más.

El guapo alfa le había estado mirando todo el momento a la hora del desayuno mientras Jimin parecía estar perdido en sus pensamientos, mirando el plato intacto frente a él. Jeongguk masticaba despacio echandole curiosas miradas al omega levemente temblando. Él terminó y recogió los trastes llevandolos al fregadero donde los limpió y al terminar miró hacia el comedor y Jimin seguía sin tocar sus alimentos, el alfa pasó de largo al living donde tomó asiento en el sofá y encendió la televisión. No había nada bueno, programas aburridos, noticieros y más noticieros, se estaba aburriendo de sobremanera por lo que suspiró y apagó la televisión soltando un fuerte bostezo y dirigió la mirada hacia el comedor desde ahí podía ver la hermosa y rosa cabellera de su lindo omega.

☹️𝑀𝑎𝑑𝑐𝘩𝑒𝑛 ; 국민GGUKMIN- T.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora